Tuve la experiencia de presenciar la discriminación tanto por los estudiantes como los de mis mismos colegas por tener un estudiante que ingreso a la especialidad de atención de párvulos, lo primero fue creer que era homosexual por estudiar una especialidad de mujeres, hasta el día de hoy nos clasifican en carreras que son de mujeres y otras de hombres

Hola,
Me ha pasado que muchas veces viví de situaciones de sexismo, pero que no fui consciente de eso, aunque me sentia desplazada y era aburrido tener que aguantar esas situaciones, además de que en todo el colegio se normaliza... En educación física, que siempre le pasaban la pelota a los hombres, y el permiso de ir a la cancha y si uno queria unirse, no dejaban porque no era para las niñas. Los chistes machistas de algunes profesores y que dentro de los ramos que dictaban hicieran diferencias entre los hombres y las mujeres que no tenian sentido, de hecho al ver la entrevista, me llamó mucho la atención, que eso fue algo que viví en los prácticos de laboratorio, que el profesor designara a los hombres con los experimentos, cuando yo también queria "ensuciarme las manos" en vez de hacer el informe, que era lo que les correspondia a las mujeres.

Numerosas veces, los mismos docentes eran quienes nos marcaban límites sobre lo que podíamos o no hacer, por ser mujeres o por ser hombres. Haciendo distinciones sobre los tipos de juegos o actividades que podíamos o no realizar, incluso muchas veces dentro de las mismas clases de educación física habían distinciones sobre los deportes que podíamos practicar por ser mujeres. Por otro lado, el comportamiento que se esperaba de las mujeres, era muy distinto al que se le permitía a los hombres. Se esperaba de las primeras mayor orden tanto en la sala de clases, el recreo e incluso en los cuadernos.

Bueno, hola a todes. En realidad en mi práctica profesional me he tenido que enfrentar a material o guía de apoyo del mismo MINEDUC el cuál reproduce roles de géneros terriblemente arcaicos. Además, dentro del ambiente laboral también he notado en algunas oportunidades distinción de actividades y reducción por ejemplo de dificultad en algunas actividades a los cursos que son ''de mujeres''. De igual modo hay gran normalización por parte de la institución educativa que quienes pueden ingresar a especialidades como atención de párvulos son solo las mujeres. 

El canon literario en el cual me muevo también es desigual, por ejemplo, hay más escritores que escritoras.

Hola a todes. Leyendo algunas experiencias me di cuenta que varios y varias compartimos algunas características sexistas y discriminatorias  durante la formación escolar. Yo pensaba que al momento de ejercer la docencia estas prácticas estarían menos normalizadas, considerando el contexto actual y lamentablemente no fue así. Colegas hombres que trataban de "tontas" a algunas estudiantes solamente por su aspecto físico, "bromas" en doble sentido dentro y fuera de la sala de profes, se reían de estudiantes que lloraran o mostraran algún sentimiento y  cuando ingresó un joven trans al colegio, lo tildaron de "niño-niña" e incluso se rieron de su nombre social.

 Muchas colegas nunca dijeron nada y a quienes les respondimos en algún momento,  nos tildaron de "colorientas". 

Todo esto que describo ocurrió hace solamente dos años en un colegio particular subvencionado. 

Muy lamentable. 

Saludos a todes. 

Hola a todes. Me di el tiempo de leer cada comentario de este foro y no puedo evitar sentir rabia. Al igual que las personas que han comentado más abajo, sí viví (y vivimos aún) constantemente bajo lógicas sexistas. Pasé por varios colegios en mi etapa escolar y las ideas solían ser las mismas: jumper/falda para las "niñitas" y pantalón para los "niños"; que el hablar fuerte siendo mujer era mal visto, así como también no sentarse como "señorita"; que las matemáticas no eran el fuerte de las mujeres y que mejor se desempeñaban en el área de humanidades. Y así, suma y sigue. Destacar además, por sobre todo, mi período de estudios en un liceo técnico profesional: dicho establecimiento era solo de mujeres y el tipo de carreras a estudiar (según el colegio, estaba enfocado para las jóvenes), pues así tendríamos mayores oportunidades. Atención de párvulos, en particular, era el espacio idóneo para reproducir esas lógicas sexistas en casos del tipo "hay juguetes para niños y niñas", las chiquitas tienen que andar con cuidado, sin ensuciarse, sin tocar nada y, a nosotras como estudiantes, nos pasaba lo mismo al escuchar que teníamos que seguir un determinado comportamiento y modo de ser.

En mi Enseñanza Básica y Media las actividades de asignaturas como Educación Técnico Manual era diferenciada, habiendo actividades para hombres y actividades para mujeres claramente diferenciadas., lo cual implicó crecer con estereotipos de género (ese es sólo un ejemplo) y me doy cuenta lo implícitos y enraizados que esto pueden ser, dándose por "normales". En la escuela en que trabajo, recientemente se ha implementado una modalidad diferente en uno de los Talleres Laborales que allí se imparten, pues anteriormente estaba pensado sólo para mujeres, hoy también incluye hombres. Me doy cuenta que los y las estudiantes tienen menos internalizado el estereotipo que sus docentes.

Buenas tardes.

En cuanto a experiencias sexistas vivenciadas por mí cuando era estudiante, recuerdo que en la enseñanza básica todas las niñas estábamos obligadas a usar falda, la cual, el largo debía ser hasta las rodillas, este mismo hecho nos delimitaba para poder jugar libremente, sin la preocupación de que se nos fuera a ver la ropa interior. Este mismo hecho está vinculado con la distribución del espacio en el colegio, por ejemplo, los niños podían ir a jugar a la pelota en la cancha más grande mientras nosotras, podíamos caminar en los pasillos o entretenernos con los juegos populares de manos.

Otro recuerdo que me dejó marcada es, cuando en la Enseñanza Media, en el liceo mixto en que iba, una profesora de Física nos trataba de "tontas" solo por ser mujeres e ir en un curso humanista. Y bueno, en verdad durante toda mi educación básica me acuerdo de que en matemáticas se les potenciara más a los niños que a las niñas.

Afortunadamente en mi educación universitaria nunca evidencié un trato sexista de algún profesor o profesora, al contrario, aprendimos a distinguir estas prácticas y dichos, para así, no darle cabida en el aula de clases.

 

Hola a todes! Leyendo sus comentarios debo agradecer que mi experiencia escolar no fue tan marcada por el sexismo. Afortunadamente el uniforme era el mismo para todes y consistía en pantalones que me permitieron jugar con tranquilidad, en general se nos daba un trato similar, teníamos las mismas asignaturas y siempre sentí que se me consideraba a la par de mis compañeros hombres. Por supuesto hay aspectos culturales del patriarcado que permean la escuela y sí había sexismo, pero al menos me parece que el proyecto educativo y la intención era hacia una educación no sexista. 

Muy distinta ha sido mi experiencia en la educación superior, ya que estudié una carrera tradicionalmente masculina (medicina) y me especialicé en una área muchísimo más masculina (cirugía). En este camino he sido víctima de discriminación por ser mujer, desde bromas inadecuadas, hasta situaciones de acoso sexual, pasando por menor exigencia que a mis compañeros, ridiculización, sentirme menos considerada, desincentivarme activamente de tomar ciertos caminos, etc.

Recuerdo que cuando estaba estudiante en la universidad, un profesor de una asignatura del área biológica, durante una intervención comenzó a decir "chistes machistas" basados en la baja capacidad de comprensión de las mujeres, finalizando ese "chiste" con la frase "los hombres lo entenderán hoy y las mujeres el miércoles"; yo no presté atención ni le seguí el juego porque lo consideré una falta de respeto para las 5 mujeres presentes, pero el profesor decidió seguir con el tema y decir frente a toda la clase que específicamente yo no entendí su "chiste" por ser mujer.

Como esta, hay muchos comentarios que aparecen en la sala de clases donde el docente utiliza su posición para generar intimidación y burlas a sus estudiantes, y con una mayor fuerza hacia las mujeres por ser consideradas débiles sobretodo en espacios socialmente considerados de hombres.

Hola a tod@s, estaba leyendo atentamente sus respuestas y lamentablemente no me sorprende todo lo que comentan, porque así mismo lo viví yo y mis compañeras. En mi experiencia como estudiante, vi como las y los profesores le daban una importancia exagerada a la apariencia de las niñas, no así a la de los niños. En las clases de educación física nuestros profes nos hacían hincapié en que debíamos hacer ejercicio como sentadillas, abdominales y bailar para vernos lindas, no estar "fofas" ni tener celulitis. Los niños tenían libertad para practicar el deporte que quisieran y verse como quisieran, pero en nosotras era casi pecado no vernos "bien".

Esta experiencia se repitió en la universidad, tenía clases en que el profesor (hombre) nos miraba de pies a cabeza y hacía comentarios sobre nuestros cuerpos, comentaba que las mujeres lindas no servían para esa carrera, o que les sorprendía que una mujer atractiva fuera inteligente. Y luego se preguntan por qué muchas mujeres estamos obsesionadas con nuestra apariencia...

Considero que una de las lógica sexistas que marcó mi proceso educativo, fue el uso del espacio del colegio. Las niñas siempre estaban en los pasillos, sentadas o caminando. Mientras que los niños en la cancha, corriendo o jugando. Recuerdo como las niñas no querían ni pisar la cancha, siendo casi un espacio prohibido. Además, en clases de educación física siempre los niños seguían usando la cancha porque jugaban fútbol y las niñas se tomaban un rincón para bailar. 

Si bien hoy en día podemos ver como los espacios son más compartidos que en años anteriores, ya que las lógicas sexistas están siendo cuestionadas. Aún falta mucho que recuperar para las niñas, además de la necesidad de continuar trabajando para construir una educación no sexista.

Desde mi experiencia como estudiante, en la escuela a las mujeres nos obligaban ir con falda, aunque el clima fuera frío, no podíamos ir ni con pantalón negro, ni con buzo, a diferencia de los compañeros hombres. Lo mismo pasaba con otros aspectos de apariencia, por ejemplo que las mujeres se nos permitía usar aretes en las orejas y a los hombres no, al igual que llevar el cabello largo. Ahora como docentes, las cosas no han cambiado mucho, se sigue reproduciendo roles de género, en torno a las apariencias, aunque ahora se a mejorado la visibilización de las mujeres en diversas disciplinas, a diferencia de cuando era estudiante y no recuerdo que me hayan enseñado sobre mujeres en las ciencias y artes por ejemplo, hoy es un poco mejor el avance. 

Como estudiante fui en un colegio salesiano, por lo que siempre la mirada fue muy religiosa y sexista. Recuerdo en clases de educación física en vez de hacer deportes diferentes teníamos que dedicar meses completos a preparar bailes y coreografías que a los varones no se les exigía. En clases de tecnología aprendimos a coser, bordar y tejer, nuevamente algo que no se le exigía a los hombres. Este colegio queda en una región muy al sur del país y en invierno, a pesar de tener nieve en la ciudad, no era posible asistir con pantalones al colegio, nuestro uniforme debía ser con jumper por ser mujeres.

Ahora como docente veo la diferencia que hace en un curso cuando se tiene un profesor y una profesora, a las mujeres suelen no tomarlas en serio y a los hombres suelen respetarlos solo por el hecho de ser hombres, en cambio una como mujer necesita estar validándose constantemente para sentir el mismo respeto

Antes de comenzar, me gustaría saludar a todes. Soy psicóloga, y he vivido miles de experiencias sexistas. Partiendo por que estudié en un colegio de carácter militar donde la mujer era mirada en menos siempre. La supremacía del hombre en el establecimiento era tal, que los abusos llovieron y se hicieron conocidos estos últimos años gracias a las nuevas generaciones.  Recuerdo ser mal vista por elegir física sobre química, o por querer ir a música en vez de a artes. Estar en el plan matemático y no en el humanista te hacia ser "un hombre más del montón". Participar en deportes era extraño, siempre tuve zumba, yoga, hasta pilates, mientras mis compañeros practicaban cualquier tipo de deporte colectivo que se le ocurriera al docente de turno. Lo sexista venía del contexto educacional en el que estábamos, venía de los docentes, de los militares retirados encargados de inspectoría, de los apoderados pertenecientes a escuelas matrices que nos disminuían cada vez que participaban de alguna kermes, y nadie hacia nada. Orgullosa estoy de que las generaciones de ahora no se callen, porque yo dejé pasar que un profesor me encerrara en una sala para el día del estudiante junto a todo mi curso, mientras se sentaba adelante a comerse una torta repitiéndonos los mediocres que éramos, creyéndome cada una de sus palabras. Y ahora, aquí estoy, formándome para que mis pacientes no se dejen pasar a llevar nunca, y se informen y se visibilicen y se quieran. Y obvio, vez que escucho "quiero/tengo que ir al psicólogo", les respondo "o a la psicóloga, psicologue" .

Cuando era niña, estudié mi enseñanza básica en un colegio religioso de monjas. Era muy común que a las niñas se nos enseñara a tejer, a bordar y cocinar, mientras que a mis compañeros varones les tocaba martillar, y crear cosas con madera. Esas actividades eran típicas en la asignatura de artes manuales. Recuerdo también haber sido parte de un taller de bordados, que hacía una monjita y en donde siempre me retaban por no estar quieta y no " comportarme como señorita". Si me gustaba jugar futbol me decian marimacho y recibí duros cuestionamientos por querer jugar a la pelota. Con los años eso no cambió mucho , sólo que se fue dando en otro orden de cosas, como por ejemplo en el trabajo y en mi vida familiar. Siempre haciendo separación entre las actividades para hom,bres y las de mujeres. 

Considero que actualmente es sumamente evidenciable el sexismo en la escuela, ya sea desde la perspectiva docente como desde la perspectiva de las y los estudiantes. En lo que concierne a mi experiencia como alumna, se me vienen a la mente variadas situaciones en las que se esperó más de los alumnos hombres, situaciones en las que notoriamente había más fichas puestas en ellos haciendo evidente así que los roles eran de por sí, diferenciados. Por ejemplo, en las pruebas de educación física se le ponía a los alumnos hombres otros "mínimos" (en la escala evaluativa) los indicadores de desempeño para los hombres contemplaban un trabajo más pesado. También recuerdo que en asignaturas como tecnología y computación se les dictaba a ellos la instrucción de forma más sencilla, asumiendo que entenderían más rápido cómo armar un domo, o cómo crear una calculadora virtual. Recuerdo también que en asignaturas como matemáticas o física, regularmente se daba que alumnos dictaran la clase, NUNCA fue una mujer, es más, eran siempre los mismos 3 compañeros. En la misma línea de lo anterior, recuerdo que durante la enseñanza media se llevó a cabo un sistema de tutores para quienes lo requerían; para casi todas las tutorías referentes a números y ciencias los tutores eran hombres, mientras que para las de lenguaje y/o historia, se consideraba más a las mujeres. Todo lo anterior es fácil de recordar debido, principalmente, a que hoy desde la otra vereda, es decir, desde mi yo docente, se repite. LAS ACCIONES SEXISTAS SUCEN TAMBIÉN EN LA SALA DE PROFESORXS.

Hola, gusto en conocerles y perdón por unirme tan tarde. En mi experiencia han ocurrido distintas instancias que podrían considerarse sexistas pero que podrían evitarse con una educación de género y sexual adecuada. En particular recuerdo cuando mis compañeros encontraron mis toallitas intimas cuando estaba en mis primeros periodos. Estuvieron gritando y burlándose mientras corrían y las pegaban en distintas partes de la sala. Mis compañeras estaban igual de incómodas que yo. Fue algo súper vergonzoso en su momento, pero ahora, más grande, me he dado cuenta que menstruar es algo natural y no deberíamos sentir vergüenza o permitir que alguien se burlé por ello. Más bien deberíamos generar instancias de diálogo en torno a estos temas para que tanto hombres y mujeres lo entiendan con la naturalidad que corresponde. 

¡Hola! Estoy comenzando bastante atrasada este curso, pero con mucha motivación. Espero poder ponerme al día!.

Con respecto a las situaciones de sexismo que he vivido en mi experiencia educativa, creo que una de las cosas que más me han marcado son lo roles que se esperan que las mujeres cumplan versus la que los hombres cumplen. 

"Tú tienes la letra más linda, escribe tú", mientras los hombres se centran en discutir, conversar, experimentar, crear, etc. 

O también cuando mi profesor guía de mi tesis de magister me dijo que le sorprendía que siendo tan bonita hubiera podido realizar una buena tesis, terminándola en tiempo récord.

Creo que en el día a día vemos estas prácticas, comentarios y supuestos que marcan la diferencia entre hombres y mujeres y que también marcarán nuestro rol y actitud ante la vida.

Hola a todos y todas ! es un agrado poder participar de este curso y reflexionar acerca de este tema. Respecto a situaciones de sexismo en mi experiencia educativa, recalco en la Asignatura de Educación Física, donde se evidenciaba que los hombres podían realizar ejercicios y/o deportes de mayor intensidad o fuerza, despreciando las facultades físicas de las mujeres. También algo repetitivo y que aún se puede observar es el menosprecio respecto al conocimiento de las estudiantes mujeres con los estudiantes hombres, otro aspecto a considerar es que se expone que hay algunas asignaturas o carreras del área del lenguaje o enfermería atribuidas a  solo de mujeres y otras del área de matemática o construcción atribuidas a hombres. También una situación que vivo actualmente en la Universidad donde estudio Educación Parvularia y se observa el trato delicado que tienen los docentes hombres hacia nosotras. 
Espero que estas prácticas y las expuestas por los demás compañeros y compañeras del curso vayan eliminándose progresivamente.

En mi experiencia personal, creo que a lo largo de toda mi trayectoria escolar me expuse a situaciones de sexismo.  Primero, estudié desde Kinder a 4to medio en colegio de puras mujeres donde siempre se nos señalaba el hecho de ser "señoritas" frente a cualquier situación. Sumado a eso, el menosprecio permanente de docentes varones hacia nuestro género en cuanto a pensamiento y en comparaciones con sus estudiantes varones de otros lugares. Posteriormente en la Universidad, donde estudié Educación Parvularia y mayoritariamente era una carrera de mujeres, nos expusimos muchas veces a conflictos en donde se nos tildaba de alaracas, exageradas y calificativos de ese tipo por ser mujeres y reclamar por nuestros derechos, frente a una autoridad completamente machista.

En la actualidad, pese al cambio de paradigma en el que estamos transitando, aun visualizo este tipo de situaciones en mi espacio laboral, donde  muchas veces con "chistes" se realizan comentarios o se nos expone a situaciones pero hoy más que nunca nos hemos empoderado para evitar estas y frenar las situaciones a tiempo. 

Cuando pienso en mi experiencia educativa y el sexismo, en primer lugar, recuerdo mi etapa de estudiante. Fui alumna de un colegio de niñas,  o como se dice de "señoritas", una educación segregada, que no nos permitía crecer desde la niñez a la adolescencia conviviendo con hombres, muchas relaciones que se podrían llamar lésbicas se creaban en el entorno, es que , de alguna manera había que conocer el amor,  pasábamos todo el día rodeadas de mujeres, y si no te enamorabas de tus compañeras, te enamorabas de tus profesores, y muchos de ellos, lo digo con conocimiento de causa, se aprovechaban de nuestras mentes en desarrollo, que solo querían conocer el sexo opuesto, al menos como te lo mostraban en las clases de biología. Creo que muchas de lo que hoy soy , y no soy son parte de esa educación sesgada. 
Hoy soy docente  , me desenvuelvo como jefa de UTP y trabajo en un colegio de básica, donde , las profesoras somos 32 y sólo un profesor hombre , el de Educación física.  Esta especie de matriarcado se  contrapone con el equilibrio que debiese tener la educación, nuestros estudiantes tienen solo imágenes femeninas, y muchos en sus hogares también viven esta misma disección, por lo que , su formación muchas veces también es segregada desde una vereda de la vida.   Y aunque el antecedente podría dar el resultado contrario, el ,machismo prolifera en las aulas. ,

Buenas tardes a todos y todas!

Al leer sus comentarios, fuí recordando muchas experiencias vividas y observadas en diferentes contextos, incluso de las cuales algunas no había dimensionado.

Con respecto a las más significativas en mi niñez puedo mencionar el uniforme, odiaba la falda más aún en tiempo de frio donde la única forma de ir con pantalones era cuando enviabamos una comunicación justificando su uso... que decir de la toma de los patios en los recreos de la escuela, donde pasar por el medio era un pelotazo seguro o incluso garabatos por sólo pasar e interrumpir el juego y limitarte a jugar a la panty, cuerda o luche incluso si jugaba un niño era molestado y avergonzado... 

Ya al crecer poco a poco las cosas fueron cambiando y fuí apelando a varias injusticias o evidenciando situaciones que encontraba incluso ridículas...y al ser docente ahora más aún, donde he tratado de cambiar ciertos patrones arraigados en lo cultural y educacional en los cuales trato de dar a entender mi punto de vista con respeto, sin embargo es dificil siendo el mismo ministerio quien entrega material erróneo, sexista y donde muchos y muchas colegas usan ese mismo vocabulario masculino sesgando y excluyendo desde las aulas a nuestras y nuestros estudiantes... sé que podemos aportar con un granito de arena a la educación que impartimos en Chile y quier ser parte de eso!

Saludos!

Hola a todos; es un agrado participar en este encuentro de un tema muy relevante, necesario y contingente. Trabajo de psicólogo como parte del Programa de Integración escolar en Renca; lo he hecho en diversas escuelas con alta vulnerabilidad socioeconómica, diversas problemáticas sociales y familiares de los estudiantes que complejizan la intervención; llevo los últimos 4 años en una escuela de hombres, en transición a mixta y veo instalada en la cultura de los niños esa concepción de la mujer asistencialista, que debe aprender a cocinar, planchar y cuidar niños como un estudiante de 8 años me dijo. El machismo en el hogar, mujeres con roles intrafamiliares de poca independencia y autoridad, entran en conflicto en la convivencia con el hombre dominante y a veces violento y esos mis estudiantes lo ven; no es la realidad general pero es la más determinante en la madurez y desarrollo personal de muchos niños en la comuna.

Como comentan les compañeres, el tema del uniforme fue un gran choque de realidad en el colegio, recuerdo cuantas veces discutía con la inspectora argumentando que me inculcaban preocuparme más por mi apariencia que por mi educación. Cuando teníamos las uñas pintadas, rimel negro, aros, anillos, zapatillas en vez de zapatos de colegio, faldas "demasiado cortas", o incluso si íbamos con algún poleron diferente al uniforme (normalmente por que durante el año el uniforme se gastaba, y era de tan mala calidad que en invierno no abrigaba), se nos mantenía por 40 minutos en el patio mientras el resto de mis compañeros varones estaban en clases. Con el paso de los años, me dí cuenta lo que significó todas esas horas que no estuve presente en mis clases, solo porque "debíamos vernos como señoritas". Y cómo eso afectó mi aprendizaje.

Personalmente creo que como mujeres o quienes nos identificamos como mujeres hemos tenido varias experiencias con respecto a tener una educación sexista. En mi caso, en tercero medio al cambiarme de establecimiento educacional y especialmente en educación física, llegue a un colegio donde en esa asignatura las mujeres bailábamos durante las horas de clases, en cambio, los hombres se iban a jugar a la pelota. Al demostrarte mi descontento al docente (venia de otros establecimientos donde si hacia educación física como tal)  lo único que me dice es que nosotras las mujeres no sabemos ni conocemos el deporte solamente bailar. Otro hecho, es en básica si o si teníamos que ir con shamper (no creo que así se escriba) sin importar si hiciera frio o no y la única forma de poder ir con pantalones al colegio era que se llevara una nota medica de el porque ibas con pantalones. 

Hola, comparto lo que han opinado los otros participantes, respecto de la educación sexista, desde el uniforme, los ejemplos en clases, los grupos de estudio, etc.

Personalmente, un ejemplo de educación sexista lo viví estando en el colegio, en la asignatura de técnico manual a los hombres les enseñaban a cortar con serrucho, martillar, etc. y a las mujeres a cocer y tejer. En 3ro medio la profesora invirtió los papeles para que aprendiéramos a hacer de todo y así "valorar" el esfuerzo que cada uno hacia al realizar x labor.

Lo único que aprendimos hombres y mujeres por igual fue a hacer un huerto, desde preparar la tierra y cosechar.

Buenas tardes.

Como estudiante de pedagogía, me pude dar cuenta de que el sexismo está presente en toda etapa escolar. En primer lugar, en la educación básica vivencié cómo profesores/as hacían distinciones entre niños y niñas al momento de enseñar materias relacionadas a las ciencias exactas, en las actividades físicas, e incluso distinciones al observar el inicio de la pubertad en niños y niñas, a su vez, en la educación media oímos comentarios respecto a nuestra actitud "poco femenina", de "no-señoritas", o si no, de "muy sueltas, muy fáciles, andar mostrando todo". Por otro lado, en la Universidad estas situaciones no han sido recurrentes de parte de los/as profesores/as, sin embargo, se dan comentarios sexistas/machistas entre compañeros/as respecto a nuestra labor pedagógica y nuestra identidad/actitud.

La lógica sexista en el sistema educativo está siempre presente producto de la misma idiosincrasia y estereotipos de género en la sociedad chilena. Por ejemplo, en los medios de comunicación podemos ver que la información sobre mujeres se entrega con sesgos machistas y sexistas, haciendo alusión a su rol de "mujer" dentro de una actividad que no es compatible con el estereotipo, más que de su rol como persona que desarrolla una actividad (por ejemplo, una mujer futbolista). Otro ejemplo es la predisposición lingüística, discursiva, y comunicativa proveniente de organismos estatales al referirse a mujeres y personas disidentes (por ejemplo, declaraciones de Sebastián Piñera sobre "la disposición de las mujeres a ser abusadas").

Considero que es importante ver el sexismo como un fenómeno que se reproduce en la educación producto de la misma violencia institucional y simbólica que se da en otros sectores. Esto quiere decir que, si bien la labor para erradicar el sexismo de las aulas es importante y determinante, otros organismos de la sociedad también deben tener un cambio estructural para erradicar la lógica sexista en su totalidad.

Podría mencionar varias situaciones en distintos ámbitos educativos en mi trayectoria como Psicóloga educativa, una de las que más fuerte me ha tocado fue sobre la discusión en torno al Item uniforme escolar del RICE (Reglamento interno de convivencia escolar), donde los directivos de la escuela más un profesor y mi dupla la asistente social refieren la típica norma: falda máximo 3 dedos sobre la rodilla en las niñas, comentando cosas como; que las niñas provocan a los niños con sus faldas tan cortas, detengo la reunión expresando que no es aceptable ese tipo de calificativos, aumentan los argumentos como: "Uno es hombre y mira"... Indignada, pero intentando mantener la calma, llevé la conversación a la necesidad de educar a esos niños y hombres que miran, en el respeto, y la libertad de las mujeres de vestirse como les acomode. Fue un momento bastante polémico.

Otra cosa que he visto en todas las escuelas que he trabajado (públicas) es el uso del espacio. hombres utilizando todo el espacio con el fútbol, niñas intentando no ser golpeadas por las pelotas y relegadas a espacios pequeños (pasillos o sala de clases). Algo que evidentemente debe acomodarse  a un uso equitativo y libre del espacio. 

Considero fervientemente que la educación de be cambiar, ya no a infundir miedo en las niñas y mujeres (cuidarse, comportarse, etc.) y cambiar rotundamente al énfasis en el respeto y cuidado propio y del otro, con mucho énfasis en la educación de niños y hombres, considero que los abusos de género son permitidos y replicados y eso debiera dejar de suceder, debe existir juicio moral para hombres para que sepan que mirar, intimidar, abusar de las mujeres, abandonar sus responsabilidades como la paternidad es repudiable y condenable ; junto con lo anterior: educar en el respeto y amor.

Sin redundar en lo que se ha expuesto anteriormente, ya que de una u otra manera todas y todos hemos sido testigos de conductas sexistas en el ámbito escolar, en especial en los tiempos que nosotros mismos estudiamos, me llama la atención ciertas conductas que aún en esta época persistan. Un detalle por ejemplo, que siempre me ha inquietado son las filas de formación antes de entrar al aula, siempre se solicita formarse en filas de hombres y mujeres, donde es a las mujeres a quien se les permite primero la entrada. También el hecho de normalizar en ciertas actividades que la expresión de sentimientos y emociones son propias de la mujer, pues los hombres son o deben ser fuertes.

Primero que todo en cuanto al ramo de educación física, siempre habían actividades para "hombres" y otras para mujeres.  Al momento de participar en las actividades de aniversario en el liceo la mayoría de las veces, las actividades para los hombres era en relación a deportes y para las mujeres las actividades era en relación al baile, a la miss pierna, miss cintura, entre otras. 

Iniciaré mi reflexión declarando que soy hombre y por tanto, en muchas ocasiones he sido reproductor de lógicas sexistas en mis prácticas educativas tanto a nivel del currículum como a nivel de la interacción con l@s niñ@s. En ese sentido, muchas veces me vi que inconscientemente era un reproductor de roles en acciones cotidianas como el orden de la sala o la asignación de responsabilidades que prejuciando o incluso viendo que cuando recaían en "estudiantes hombres", instintivamente prefería delegar esas tareas a las "estudiantes mujeres", valiéndome o "descansando" en ellas. La irrupción del movimiento social feminista evidentemente vino a remecer conciencias y que en este caso pueda remirar este tipo de prácticas para transformaslas y que en las comunidades educativas asumamos que el espacio colectivo es responsabilidad de tod@s, evidentemente las nuevas generaciones tienen una sensibilidad diferente con este paradigma y ahí hay una oportunidad de transformación cultural trascendente. 
Curricularmente y tal como decía Johana Camacho, existe un material pedagógico que responde a una intencionalidad y carácter hegemónico, en la disciplina de Historia, evidentemente existe un sesgo en los textos escolares que visualiza una Historia de vencedores, hombres, occidentales, etc. que es difícil de desarraigar, en particular cuando el agobio docente hace que permanentemente este material de consulta se convierta en la columna vertebral de nuestro quehacer.
Me quedo con la invitación a repensar nuestras prácticas y nuestras acciones y que el resultado de estas reflexiones tenga un correlato de transformación en la realidad que permita construir una sociedad más equitativa, diversa y compleja.
Saludos

Buenas tardes

En mi época de estudiante, especialmente en básica, las asignaturas y sus programas de estudio segregaban a hombres y mujeres, generando diferencias en contenidos y habilidades, por ejemplo existían las asignaturas de técnico manual para hombres y de educación para el hogar para las mujeres. En educación física los hombres participábamos en deportes de equipo, como fútbol, basquetbol, etc. y a las mujeres se les ensañaba gimnasia rítmica.

Posteriormente fue cambiando, cuando empecé a hacer clases, los programas ya no tenían estas diferencias, pero al leer las propuestas de actividades los ejemplos de escritores, matemáticos, personajes históricos, científicos, artistas, músicos y deportistas en su gran mayoría, casi la totalidad eran hombres. En ese sentido los textos de estudio se han actualizado, pero aún falta que se integre con más presencia a mujeres y destacar sus aportes a las diferentes áreas en la historia del ser humano.

Como estudiante de educación media presencie una situación de carácter recreativo en donde se le daba mayor opción de participación a los hombres , existían  instancias de recreo entretenido en donde se realizaban torneos de Fútbol siendo los hombres quienes participaban ya sea jugando u observando, mientras que el mismo espacio e instancia no se les facilitaba a las mujeres, se les ofrecía zumba o baile entretenido, el hombre podía participar de ambas instancias pero la mujer no. Una misma situación ocurría en torneos extra escolares organizados por el centro de estudiantes, siempre fueron para los hombres, habiendo niñas interesadas en participar de dicha instancia. Otra situación presenciada ya como estudiante de pedagogía  fue la elección de un ramo optativo, donde los hombres por obligación debían cursar fútbol y podían a su vez cursar gimnasia artística, caso contrario con las mujeres quienes se encontraban obligadas a solamente tomar el ramo de gimnasia y no optar a fútbol aun así queriendo, afortunadamente dicha situación actualmente cambio y ambos ramos son para ambos géneros de manera optativa.

 Personalmente me han pasado varias cosas, pero cuando hice mi practica profesional como docente, la hice en un colegio donde una estudiantes había sido asesinada, víctima de femicidio por parte de un inmigrante. Fue bien fuerte lo que ocurrió a nivel nacional, pero en el colegio que era de niñas, hubo un proceso de por medio, con trabajos y que no se polarizara la cancha hacia la xenofobia y claro que fue lo. 

Trabajar estos aspectos fueron muy fructíferos en la escuela, realizando talleres y ferias, exponiendo los temas, cosa que no en muchos recintos son permitidos. Para  l@s docentes y actores de la educación fue un desafío, pero muy necesario a cambiar las lógicas de educación en las escuelas. 

Como estudiante siempre fue la clase de educación física, los hombres juegan a la pelota y las mujeres bailen. Siento que eso me impulso a estudiar educacion física. Para nunca hacer eso con mis estudiantes y poder demostrar que las mujeres también somos buenas para los deportes y no solo somos buena para bailar.

y como profesional en mi primera entrevista de trabajo, la pregunta de oro ¿ tiene planes de ser madre?  en mi mente tuve mil respuestas, pero que conteste " no aun no" ¿ a los hombres les harán esa misma pregunta?.

Hay tantas vivencias en la escuela y en lo laboral. que se agradece que esto sea tema y  ojalá comience un cambio ya. desde el curriculum y la gestión dentro de las escuelas, y así las futuras generaciones no discriminen entre hombre o mujer y vean las capacidades de la persona.

El año 2019 me tocó realizar una etnografía en una escuela particular subvencionada en la comuna de Villarrica, región de la Araucanía. Asistí a una reunión de apoderados en la cual la jefa de la Unidad Técnica Pedagógica (UTP), de profesión docente, presentó antes los apoderados los resultados del SIMCE hasta la fecha. Los resultados en el área de matemáticas daban cuenta que en la escuela las mujeres habían obtenido mejor puntuación que los hombres, ante lo cual, repitió en por lo menos tres ocasiones que esto llamaba mucho la atención ya que en general "los hombres eran mejores para las matemáticas que las mujeres". Desde mi formación como socióloga, esta experiencia me marcó puesto que era algo que había estudiado y leído pero jamás pensé que tan rápidamente, en mi experiencia laboral lo escucharía y vería con mis propios ojos. Efectivamente no es solo teoría sino que opera en las aulas. 

Buenas Tardes. Personalmente creo son bastantes las instancias en que me ha tocado vivir situaciones bajo lógicas sexistas y que operan en la cotidianidad escolar. Primero dentro de mis experiencias como estudiante y luego ejerciendo como profesora. Siempre recuerdo las típicas frases discriminatorias o comparaciones de mis actos como, “eso es muy masculino para una niña”. Luego en mi adolescencia por mi forma de vestir o hasta las decisiones de corte de cabello, siempre bajo la lógica de la existencia de cosas atribuidas según el sexo femenino o masculino. Durante mis estudios en la universidad seguía evidenciando conductas que operaban dentro de este razonamiento, y a mi pesar, lamentablemente evidencio hasta el día de hoy que estas situaciones se siguen dando y se perpetúan dentro de la comunidad escolar, afectando tanto a mujeres como a hombres. Considero también, que estas lógicas tanto dentro del lenguaje o de las acciones que uno realice, están enmarcadas dentro de un sistema patriarcal que atribuye estos roles y condiciona el actuar de las personas, pero sin duda creo que es posible poner término o al menos intentar encaminar un cambio real, realizando instancias como estas donde pongamos en evidencia lo que sucede y reflexionemos en torno a estos temas tan relevantes dentro de la educación actual.  

Buenas noches, dentro de mi experiencia educativa como estudiante de enseñanza media sobre todo pasaba que en las clases de educación física a los hombres les hacían hacer una cosa y a las mujeres otra. Típico de los hombres jugar fútbol o algún otro deporte y a las mujeres sólo les pasaban aros, costaba integrar en una misma actividad a hombres y a mujeres y bueno, sin importar eso yo siempre me incorporaba a los juegos de los hombres porque me encantan los deportes jaja. 

Hay muchas experiencias y para mis ojos en ese entonces pasaban desapercibidas muchas cosas que hoy puedo decir que eran sexistas, hay cosas tan sútiles a las que nos habituan y bueno unx después con el tiempo empieza a reflexionar, a desarrollar el ojo y ser críticx.

Buenas tardes, que complejo se torna pensar en situaciones sexistas que me ha tocado enfrentar... la verdad es que lamentablemente son varias.

Una de ellas ocurre recurrentemente en un equipo de trabajo que conformamos solo mujeres, ocasionalmente nos conectamos con un hombre a cargo de otra unidad y él siempre nos habla en masculino, siendo más que evidente que somos 7 mujeres y él. Por ejemplo: "Yo le he comentado al Director que existe un equipo de profesores que está resolviendo eso" y se refiere a nosotras...

Otra experiencia fue en uno de mis lugares de trabajo, nos encontrábamos compartiendo un receso de actividades con un café y cosas para comer. Entonces llega el relator invitado a la actividad y se dirige a mi grupo de colegas (todas mujeres) y dice "usted que es la mayor del grupo y es madre venga y corte el pastel". Obviamente ante eso la reacción que tuvimos algunas no fue en apoyo a sus palabras, sino todo lo contrario.

Cuando estaba en cuarto medio, en periodo de PSU y elección de una carrera universitaria. El profesor de matemáticas, nos preguntó una/ o por una/o que queríamos estudiar, algunas/os respondíamos con seguridad sobre lo que queríamos para nuestro futuro y otras/os no. Por las dudas que tenían algunas/os compañeras/os, el profesor hizo un comentario, diciendo que a los hombres se les daba mucho mejor escoger una carrera ligada a las matemáticas y las ciencias, por las habilidades que se requerían poner en práctica las que se relacionan con la asertividad, objetividad o racionalidad, y que las mujeres se desempeñaban mejor en el área humanista porque eran más subjetivas, emocionales y humanas, recalcando que eran cualidades exclusivas del género femenino. Ante esta situación ningún/a de nosotras/os nos cuestionamos los dichos del docente y lo asumimos como si estuviera en lo correcto, con el pasar del tiempo me di cuenta de lo sexista que fue este comentario y como se establecen determinados estereotipos de género.

En el año 2019, en mi práctica profesional para ser docente de educación básica, me asignaron un 4to básico. Estábamos en clases de educación física, en donde, el profesor a cargo anunció que se comenzaría la unidad de futbol, para lo que necesitaba un "varón" para ser el arbitro, frente a esto, una estudiante le pregunto al profesor ¿por qué necesitaba solo un hombre y no una mujer?, a lo que el profesor dijo "los hombres se saben las reglas del juego, no creo que una mujer las conozca". La estudiante enfadada por el comentario, comenzó a discutirle al docente que ella también conocía las reglas y merecía la oportunidad de ser arbitro. El profesor dijo que no le creía pues era un deporte de hombres, ante su comentario, más niñas del curso saltaron a discutir, a defenderse y a hablar de la selección chilena femenina, a lo que se sumaron compañeros hombres a apoyar a sus compañeras. Para solucionar el problema, uno de los niños propuso una actividad en donde hombres y mujeres respondieran preguntas entorno a las reglas del juego, quien tuviera más respuestas correctas sería el/la arbitro/a. El resultado de la actividad, para sorpresa del profesor, fue que la misma niña que estaba reclamando por la oportunidad de ser arbitro, fue la ganadora y seleccionada para el puesto, demostrando así, que no existen deportes solo para hombres o solo para mujeres.

En mi época escolar viví situaciones que me marcaron con frases sexistas como "no hay quien la entienda", "que histérica", "mujer tenía que ser," pero la que más me marcó fue calladita te ves más bonita. Esta frase es muy frecuente cuando queremos expresar como nos sentimos frente a situaciones, opiniones, sentires... Sin embargo, comúnmente las mujeres hemos sido oprimidas en nuestro hablar, invalidando lo que pensamos y como lo expresamos. Es por esto, que en el colegio desde pequeña siempre quise dar mi opinión y decir las cosas que sentía y/o creía, lo cual produjo comentarios y situaciones incomodas, ya que mis compañeros se enojaban porque opinaba distinto o  por simplemente no querer quedarme callada frente a distintas instancias o injusticias, frente a lo que me decían esa frase.

Considero que estas frases hay que eliminarlas del lenguaje, junto al sexismo. Puesto que, solamente produce brechas de género y jerarquías de poder entre estos, siendo que no deberían fomentarse ni aplicarse, por lo que es primordial erradicarlas desde la infancia.

desde pequeñas en la escuela existía una clara diferencia en el trato de los hombres y las mujeres, siendo estos mucho mas permisivos en su comportamiento, donde profesores o inspectores no se les llama la atención por correr en los pasillos por ejemplo, pero si a las mujeres, o como se comportaban al  momento de jugar, o simplemente al momento de comenzar a pololear, donde a las mujeres se les reprimía o juzgaba por el solo hecho de salir con un muchacho, ademas las clases de técnicas manuales, solo hacían perpetuar los estereotipo de género de las mujeres, enseñándonos labores netamente atribuibles a mujeres, como también tareas de hogar , que mirándolas hoy tanto hombres y mujeres podemos realizar

¿Qué situaciones de sexismo ha vivido en su experiencia educativa?

Recuerdo infinidad de situaciones sexistas pero una de las que más recuerdo era estar en el recreo, era pequeña, tendría como 7/8 años y nos sentamos en unas escaleras, los hombres con las piernas "abiertas" y las mujeres con las piernas muy cruzadas, a mi me incomoda mucho sentarme con las piernas cruzadas, asique las dejo a la altura de mis caderas aprox (hasta el dia de hoy) y una inspectora me retó, me dijo que tenía que sentarme como una niñita y no andar mostrando mi flor (¿?) 

Aun resuena eso en mi, de ninguna forma mi manera de sentarme incomodaba a otras personas, pero aparentemente para esta mujer era necesario que yo como niña tuviese un recato especial.

Las diferencias siempre han estado presentes , sobre todo cuando estaba en educación básica : 6to básico ,  recuerdo que este  hecho me marco mucho y siempre lo recuerdo ya que en las clases de tecnología nos dividían en actividades para hombres y mujeres , los hombres trabajaban en madera o pintaban en yeso  , en cambio las mujeres nos enseñaron a bordar y cocinar. Algunas compañeras le comentamos a la profesora que queríamos hacer las actividades de los niños  , por que las encontrábamos más entretenidas. Otro hecho fue en educación media , los hombres tenían que hacer un deporte y las mujeres presentar coreografías. 
Actualmente , he visto algunas diferencias en algunos temas propuestos o imágenes en los textos educativos , en donde se presentan las diferencias entre hombre y mujer ya sea en la ropa , roles , trabajos , entre otros. 
Por eso siento que es necesario ir implementado nuevas formas de educación no sexista en el aula  y enseñándoles a los alumnos. 

Desde mi época como estudiante observe la apropiación de espacios por parte de los hombres como por ejemplo durante las clases de educación física o tan cotidiano como los recreos, en donde ellos se tomaban el patio principal para jugar al futbol, mientras decenas de compañeras nos debíamos sentar rodeando el patio o la cancha, dichas situaciones nunca fueron motivo de cuestionamiento ya que estas practicas se venían replicando por años y avaladas por toda la comunidad educativa. Actualmente existe mayor visibilizarían de la desigualdad que se da dentro de los distintos espacios. Sin embargo estas lógicas sexistas se siguen dando. En lo que respecta a mi experiencia, he presenciado incluso entre pares (compañerxs de trabajo en el área educacional) chistes machistas o comentarios respecto del cuerpo de otrx, teñidos de estereotipos y lógicas machistas.

buuuuuuuuuuuuuuuuuuu mil veces y de variadas formas. Desde la regalos que hacían a fin de año para mujer y hombre diferenciados en donde siempre para nosotras era muñecas fomes, desde tener que usar falda de manera obligatoria, hacer filas de mujeres y hombres no se con que fin. Comentarios de profes de educación física sobre todo indicando que los hombre no lloran, obligando acceder puestos solo por el hecho de ser mujer cuando no era necesario. La profe de historia toda la vida hablando de la historia del hombre, invisibilizando nuestra labor en la sociedad, solo por mencionar algunas

Desde mi experiencia escolar entre 7° Básico a IV° Medio siempre se replicaban ideas sexistas de la índole de que los hombres sólo hacen amistad con otros, y si eras amigo de una compañera era porque querías sexo. Tus habilidades para jugar al fútbol definen tu valor como hombre, al igual que tu nivel de responder con violencia a tus pares porque si tratabas situaciones como una persona con una inteligencia emocional sana, entonces se procede a insultos que tienen como base la homofobia.
Nunca supe con exactitud el procedimiento del colegio ante un caso de bullying escolar contra un estudiante por su condición sexual, pero lo que si supe años más tarde (cuando era universitario), es que algunos ex-compañeros no se atrevieron revelar su orientación sexual por miedo a las repercusiones sociales dentro del colegio.
A esto se suma a lo que la mayoría ya ha mencionado, diferenciación de trato ante actitudes de compañeras y compañeros, uniforme diferenciado, talleres extracurriculares enfocados a géneros que reforzaban estereotipos y el como se abordaba la educación sexual en las mujeres y en los hombres, me atrevería a decir que muchas de esas ideas vienen del núcleo familiar, pero aún así el colegio no existía mayor preocupación de establecer estrategias o siquiera problematizar la situación de sus estudiantes, y eso que yo salí del colegio el año 2012.
En el caso de la educación superior, yo estudié Pedagogía en Música, donde si bien fue ahí donde comencé reflexionar mucho más de la realidad en el que crecí y el como uno lo interpreta, siento que era necesario reflexionar sobre las compositoras a lo largo de la historia y problematizar su falta de exposición y reconocimiento, por suerte la información de a poco se da a conocer cada vez más.

En mi experiencia educativa, tanto escolar como superior, y en mi trabajo, he observado distintas situaciones de sexismo:
- El tema del uniforme escolar, diferenciado por sexos, que solamente fomenta estereotipos respecto no solo de como deben lucir mujeres y varones, sino que también generan diferencias en la movilidad y comportamientos de los estudiantes. En particular, yo fui a un liceo municipal solo de mujeres, y aún así no nos permitían ir con pantalones durante todo el año (a pesar de que estos fueron los mismos del uniforme de invierno). 
- Durante mi formación universitaria (en Licenciatura en Historia), la mayoría de los profesores varones no se esforzaban en tener una perspectiva de género (tanto en el contenido como en la bibliografía). No diversificaban ni incluían perspectivas femeninas. Y cuando algún profesor varón mencionaba a las mujeres o consideraba a mis compañeras en sus opiniones, siempre sus palabras estaban cargadas de prejuicios y sexismo. Las únicas que se esforzaban en aplicar esta perspectiva eran las profesoras. 
- En mi trabajo he tenido que escuchar palabras sexistas respecto a la emocionalidad y la profesionalidad de las profesoras, valorando ciertas características tradicionalmente ligadas a lo que ellos consideran "masculino", y juzgando la profesionalidad de profesoras en relación a su "emocionalidad".

Referente a mi desarrollo profesional en escuelas municipales, dentro de todas las situaciones vividas en cuanto a los sesgos de género, recuerdo muy patente cuando un inspector general me dice "Y tu fuiste a la universidad a cortar papel, goma eva, que mas puedes hacer si esa carrera es de mujeres" la segunda fue con un ex directivo, el golpea con sus puños el escritorio y grita, a lo cual yo salto asustada y comenta "Sin asustarse, para que tan sensible, típico de niñas" también grito "Tu eres tan inteligente y trabajolica, ese es el problema", con mis colegas hombres jamas tuvo esas actitudes.
Respecto a lo antes expuesto pude, con los años, llegar a entender que el problema no es uno como persona, el gran problema es ser mujer y por supuesto ser capaz de hacer las cosas igual o mejor que ellos.

Con respecto a mi experiencia educativa, desde la mirada como estudiante y profesional de la educación, debo mencionar diversas situaciones donde he podido apreciar el sexismo. Me eduqué en un colegio adventista durante toda mi escolaridad, nunca me gustó jugar con muñecas ni participar de talleres de tejidos ni de cocina, me gustaba jugar a la pelota, vestirme con pantalones anchos y zapatillas porque me era mas cómodo para el deporte, sin embargo mi profesora de primer ciclo y mi mamá se encargaron de hacer todo lo posible para que me gustaran las cosas de "niñas" y hacerme ver como "señorita". Que gran deportista hubiese sido ahora si no me hubiesen educado bajo la famosa lógica sexista. En la universidad no evidencié situaciones de dicha índole, no obstante durante mi ejercicio como docente lamentablemente he visto bastante estas prácticas. Mis primeros años como profesora de educación diferencial trabajé en una escuela municipal rural, un lugar muy lejano de la región de la Araucanía, casi al límite con argentina, lamentablemente en ese lugar se enseñaba bajo la lógica sexista, vale decir aún seguian existiendo los famosos talleres para "niños" y para "niñas", los de deportes era para niños y los de cocina y bordado para niñas, siempre recuerdo a un estudiante que queria participar en el taller de bordado y no se lo permitieron porque esas eran cosas de mujeres. Las actividades de ciencias siempre se focalizaba en potenciar al género masculino por sobre el femenino. En actividades extraescolares, como convivencias, etc; Siempre las niñas se dedicaban a ordenar, limpiar y los varones a jugar. Hasta en nuestras actividades de profesores existia sexismo, siempre nos mandaban a las mujeres a poner la mesa, lavar los platos y los hombres se quedaban sentados conversando. Estoy hablando del año 2017, es decir hace muy poco tiempo, creo que pese a estar dentro de un ambiente como el que mencioné, siempre traté de entregar a mis estudiantes una educación no sexista y hacer ver a mis colegas sus prácticas. 

Así como varias personas lo han señalado, me toco evidenciar durante todo mi proceso educativo, incluida la educación superior, situaciones de sexismo. Las más reconocidas es la definición de los juegos según el sexo biológico (los niños realizaban juegos de más exigencia y contacto físico y las niñas juegos de menor exigencia física pero de mayor destreza mental) y el trato de docentes al alumnado se mantenía sobre esta misma base. Posteriormente, en mi trabajo en educación, pude observar que las escuelas definen el espacio físico del establecimiento según la misma lógica, vale decir; los niños acaparan la cancha l y las niñas se repliegan en los espacios "pasivos" como bancas y escaleras. 

     

Desde mi experiencia, siempre se me miraba con rechazo por querer participar en talleres deportivos, no importaba lo buena que fuera o el esfuerzo que quisiera poner, sino que era mujer y por ende, era mala en deportes, viéndome cono una persona débil y frágil. 

Hoy en día, como docente he visto que los equipos directivos en donde trabajo se refieren con expresiones de "siéntese como señorita", "no provoque con la falda, porque usted se lo busca", "córtese el pelo porque parece mujer", entre otras. Haciendo sentir muy mal a los / las estudiantes, además de faltar a sus derechos fundamentales. Incluso, en la escuela donde trabajo a las mujeres se les presiona por vestirse formal, no obstante los hombres pueden usar zapatillas y estar mucho más cómodos porque "hay que dejarlos porque son hombres", (expresión utilizada por los mismos equipos directivos).

Como estudiante presencié múltiples y constantes actitudes sexistas especialmente de parte de profesores. Esto se mantuvo en distintos colegios y estuvo presente también en Educación Superior como una lógica relacional completamente naturalizada frente a la cual el pensamiento crítico y los llamados de atención sobre el tema eran comúnmente desestimados o considerados exageraciones. Me parece esencial que se expanda y profundice la formación respecto de una Educación no sexista hacia nuevos profesionales de la educación pero no lo dejaría solo en eso pues pienso que es urgente también implementar una mirada interseccional. En mi experiencia personal como estudiante, este tipo de actitudes de parte de profesores se conjugaban y mezclaban también con miradas clasistas, racistas, xenófobas, obesofóbicas, capacistas, especistas y, en algunos casos también, con discriminación por motivos religiosos e ideas políticas. En ese sentido, el respeto por otras personas, realidades sociales, culturales, identidades de género y líneas de pensamiento en general, me parece fundamental en un entorno educativo y pienso, además, que es un trabajo permanente que nunca debe dejar de realizarse y ser actualizado.

Trabajo en educación parvularia hace mas de 10 años y las barreras con respecto a la discriminación por género son muchas. Van desde la simple apreciación verbal del equipo pedagógico  valorando la preferencia de un niño o niña sobre la elección de uN material (ejemplo: esos disfraces son de niña) hasta entre niños y niñas negarse a compartir autitos porque son de niños.

 Trabajo en Educación  Parvularia y he visto cómo aún existen juguetes de para niños ( autos, construcción) y de niña ( cocina, muñecos, etc) lo anterior hace un desafío en el aula poder generar instancias de educativas no sexistas, ya que, muchos de los niñas y niñas ya vienen con una visión preconcebida de aquellos juguetes que son para niño y para niña, en el cual incluso, se forman grupos en los cuales interactúan niños y niñas.

Es por ello, que comenzar a desarrollar experiencias educativas desde los primeros niveles educativos sin estereotipo de juego, permite a la infancia poder tener una mayor amplitud en su aprendizaje y en los juguetes que responden a sus intereses y no  a si es niño o si es niña

Considero que son múltiples las experiencias que se pueden relatar al pensar en las distintas situaciones de mi experiencia escolar, ya sea cuando fui estudiante o bien como trabajadora al interior de un establecimiento educativo. En este contexto, y a partir de lo revisado en el video de presentación, me surgen importante reflexiones respecto de las interacciones que se dan en el espacio educativo, y la complejidad que implica su transformación para promover la igualdad, el respeto y la valoración de todas las personas que conforman la comunidad escolar. Es así como, pienso en la necesidad de trabajar cada une de los que estamos en las escuela, en la reflexión constante respecto de nuestras prácticas, hábitos y uso de lenguaje, pues se constituyen en el currículum oculto del que (podríamos o no) ser cómplices a pesar de lo que discursivamente declaramos. 

Hola, soy Docente de Chile. Bueno el tema de la sociedad ya es algo con lo que vivimos a diario pero siento que ya son más las personas que han querido hacer un cambio en sus vidas y decir basta esto tengo que hacerlo por mí y mi salud mental. hace dos años un alumno nos planteó que se sentía mujer y que necesitaba que lo llamáramos por el nombre que él siente que debió tener desde que nació, ante eso solo nos quedó apoyarlo a él y a su familia y comenzar a concientizar el tema en la comunidad educativa, con este gran paso que dimos en general comenzaron a sumarse otros alumn@s. Y recién la semana pasada un colega que ha vivida gran parte de su vida encerrado en un cuerpo que no quiere. Esto es lo principal que me motiva a realizar este curso, quiero sentirme preparada para dar la pelea con ella y ayudarla a su gran batalla.

Me gustaría hablar de dos experiencias en realidad.

Por una parte, como profesora, he tenido que vivir situaciones en que mis ideas y propuestas no son consideradas como relevantes hasta que las respalda un colega varón.

Lo otro que me gustaría comentar tiene relación con las y los estudiantes. Creo que es extremadamente común una tendencia a ver a ciertos alumnos varones como "alumnos problema" y a ciertas alumnas mujeres como "tranquilas y ordenadas". Este estereotipo muchas veces lleva a las y los profesores a interactuar de maneras diferentes a niños y niñas por lo que sus oportunidades de aprendizaje sin duda se pueden ver afectadas.

Antes que nada quiero comentar que soy de México, me inscribí al curso porque considero que hay muchas similitudes en cuestión de necesidades educativas y entre ellas este tema por supuesto.

A mi alrededor e sabido de muchas historias que están relacionadas con la indiferencia, incredulidad de la sociedad ante situaciones de acoso, discriminación inclusive del propio estado que es ajeno a las situaciones que viven las personas y que no solo son mujeres como lo dice en el vídeo, también son hombres, niñas, niños , ancianos de los que no se respetan sus derechos como ciudadanos. 

Recuerdo perfectamente la primera situación de sexismo que viví. Antes de la graduación de Kínder, nos ubicaron dentro de la sala para una foto en conjunto. Una fila de sillas para que las niñas se sentaran y un espacio atrás de las mismas destinado a los niños, quienes estarían de pie.

 Recuerdo que  las niñas llevábamos jumper, por primera vez. Nos sientan e indican que debemos cruzar las piernas y yo sin entender bien crucé mis piernas "a lo indio", la educadora se rio junto al fotógrafo y me dijo "¡se te ven los calzones!". Me hicieron mirar al resto de las niñas, quienes complicadas intentaban imitar a la otra educadora, y me sentí perdedora. Mientras los niños estaban de pie, con pantalones y la posibilidad de moverse libres, yo llevaba una ropa incómoda que dejaba a la vista mi ropa interior y tenía que estar sentada y quieta en una posición que nunca antes había hecho, pero que le correspondía a las "señoritas". 

Lamentablemente muchos establecimiento de educación básica y media se han quedado en la reproducción anacrónica de una sociedad con estereotipos rígidos de género. Y es una situación preocupante, pues una de las causas principales de la violencia por razones de género justamente son los estereotipos. La escuela reproduce, homogeniza, controla, deslegitima al otro como un legitimo otro e impone su versión de las cosas. Se aleja de la cultura, pues anula lo diverso y genera procesos de aculturación.  Lo que se puede constatar en los establecimientos "solo hombres" y "solo mujeres" y por sobre todo en los reglamentos internos de los establecimientos, que desconociendo tratados y convenciones internacionales parte del sistema de derecho humanos internacional determinan que los niños deben asistir con el pelo corto y la niñas con el pelo largo, que las niñas no pueden usar pantalones, que los niños usarán cotona y las niñas delantal a cuadros, que comprenderemos la "brusquedad" de los hombres, pero en las mujeres la condenaremos, que validaremos unas experiencias por sobre otras.

En las escuelas solo existen dos sexos - ni hablar de la clase y la raza -, existen solo dos genitalidades, y estos genitales tienen correspondencias inequibocas a construcciones sociales hegemónicas de lo que comprenderemos por mujer y hombres, solo dos tipos de cuerpo.

Por lo tanto, se crea una realidad fantaseosa, una alucionación con efectos reales en las personas pues dispone de mecanismo y tecnologías para hacer de un reduccionismo un patrón de conducta, que va a generar prácticas nocivas de discriminación y violencia. Pues niega la experiencia, la identidad, el deseo, la sexualidad de las personas diversas que integran la comunidad educativa.

Las personas intersex han existido desde siempre, desde el origen del ser humano, de la misma manera han existido las personas trans y mujeres y hombres que no se han adapatado a este cuento que ya no se sostiene sobre quienes somos. 

Existe identidad de género, expresión de género, un sexo que puede ser cambiado, que no determina quienes somos y existe, diversas orientaciones sexuales. Todo lo anterior es diverso, esta en movimiento y puede cambiar a lo largo de nuestras vidas.

Es urgente despertar con el conjunto de la sociedad, dejar de poner en algunos el conocimiento, sino de construirlo entre todos, todas y todxs.

Hola a todos/as: soy docente de historia, geografía y ciencias sociales, con respecto al tema, Creo que cada vez más se ha hecho más amplia y consciente la perspectiva de género en nuestras prácticas educativas.

Dentro de mi experiencia, se evidencia mucha práctica de misoginia en mi trabajo, desde los altos rangos hasta los mismos docentes varones, sintiéndose protegidos por estas personas (mujeres) de rangos más altos, dando ejemplos como: ver a docentes mujeres siendo atracadas por su trabajo y criticando sus laborales hasta ver las regalías que ejerce la superior con los hombres del establecimiento, los cuales muchas veces ni siquiera cumplen sus funciones y tareas, sin embargo, ellos no son criticados, ya que son sus protegidos. Dentro de mi colegio, esas prácticas están naturalizadas por varios miembros del establecimiento.

Desde este panorama, siento que cada vez más se dan las instancias de adquirir las herramientas para derribar estas barreras, las cuales dificultan el clima laboral y rivalidad entre los docentes, es por eso que se hace necesario hacer parte de las prácticas educativas la equidad y perspectiva de género, de esa forma, podremos crear una sociedad más inclusiva, igualitaria e equitativa.

Estimados compañeros:

Junto con saludar y desear éxito en su labor profesional

Creo que para iniciar el tema es justo decir que a medida que hemos avanzado en visibilizar las malas prácticas, cada vez son menos aquellos que insisten en mantenerlas.

Nunca se me olvida al profe de química que en un colegio trataba muy bien a las niñas pero no con un sentido de respeto sino que de misoginia ya que su tono era probrecita si no sabe es tontita y a los varones les exigia por que según el ellos podian, esto me provocaba tanta rabia que me insto a revisar mis propias prácticas ya que fui criada en una sociedad patriarcal (es decir nací y creci en dictadura por tanto la visión que tenia presentaba y un sesgo importante).

De ahí que a mis estiudiantes les doy equidad en cuanto a por ejemplo tiempos de entrega, retroalimentación positiva y por sobre todo en mis clases no hay hombres y/o mujeres, solo hay personas con ganas de aprender y de disfrutar de lo aprendido.

Saludos Cordiales

Hola a todas y todos, quiero comenzar valorando enormemente cada experiencia, ya que son un aporte en el continuo aprendizaje como ser humano.

Pertenezco a la educación inicial y en mi formación académica tuve la oportunidad de recibir una enseñanza que me instaba a realizar grandes cambios tanto como mujer y educadora.

Creo firmemente que el lenguaje verdaderamente genera identidad y deteniéndonos en expresiones gramaticales simples, realizamos la inclusión de niñas y niños, visibilizando su presencia, lo que me recuerda la simple rutina del saludo en el aula parvularia y acercándonos a los niños y niñas evitando generalidades, invitando a participar de forma equitativa a los párvulos, ya sea en experimentos de ciencia, rincones de hogar si distinción.  He podido notar como esta simple acción genera un cambio de integración, respeto y valoración entre niños y niñas. 

Hola a todas y a todos. Agradezco esta oportunidad de formación abierta y de intercambiar experiencias con tantas docentes y profesionales de la educación en contextos diferentes. Creo que este curso será un aporte muy enriquecedor.

En mi caso, mi trayectoria profesional ha sido diversa. En mis distintos contextos laborales y también en mi vida como estudiante he podido observar prácticas e interacciones que reproducen estereotipos de género y generan discriminación sexista, a veces similares a las que otras personas han descrito en este foro. Sin embargo, me gustaría centrarme en esta reflexión en mi propio papel como reproductora de esas lógicas, desde una mirada autocrítica. 

La perspectiva de género nunca estuvo presente en mi formación docente, ni en pregrado ni en posgrado; supongo que por eso al inicio de mi desempeño laboral nunca formó parte ni siquiera de mis reflexiones sobre mi propia práctica docente. Hoy, 15 años después de mis primeras experiencias laborales, me doy cuenta de cómo participé voluntaria o involuntariamente en la reproducción de lógicas sexistas y discriminatorias, por ejemplo, cada vez que alenté o permití que fueran los grupos formados por estudiantes mujeres quienes se encargaran del "aseo y ornato" para algún evento, mientras que los grupos de varones se encargaban de las tareas de planificación o ejecución; cada vez que no detuve conversaciones profundamente machistas y ofensivas en la sala de profesores/as en las que se descalificaba, por ejemplo, a alumnas que habían sido madres o a estudiantes LGTBIQ+. 

Tengo mucho que aprender todavía, pero creo que partir por la autorreflexión puede ser una buena manera de seguir avanzando.

Si bien, dentro del sistema educativo podemos encontrar diversos ejemplos de sexismo, al leer esta pregunta se me viene principalmente uno a la mente, el cual, sucedió mientras pertenecía a la selección de baby fútbol durante la enseñanza media. 

Habían dos selecciones de baby fútbol, la femenina y la masculina. Los entrenamientos eran durante el recreo de almuerzo y días diferentes, los cuales, se iban dando mediante la semana. Pasó muy poco tiempo para que con mis compañeras comenzáramos a  reclamar, ya que, a nosotras nos daban 1 día a la semana, mientras que a los varones les otorgaban 3 o 4. 

También, recuerdo que los hombres podían jugar con la polera del establecimiento y con un short o buzo externo. Mientras que, nosotras debíamos jugar con el buzo del colegio. No se nos permitía usar calzas ni short por el simple hecho de ser mujeres. Las respuestas que se dieron frente a este tema básicamente fueron: "las calzas destacan sus atributos", "con el short se les ven las piernas". 

Por otro lado, dependía del docente si las personas de la selección salían antes de la hora de almuerzo para prepararse, y mayoritariamente se daba que a los hombres los dejaban salir 10 o 15 minutos antes para cambiarse ropa y alistar los implementos del entrenamiento. Mientras que, a las mujeres las dejaban salir 5 minutos antes y a veces, no las dejaban. 

Vania Gálvez Zuñiga, 22 años.

Estudiante de Psicopedagogía, IPST.

Buenos días a todas y todos. Soy Camila Ovalle, estudiante de pedagogía en Lenguaje y Comunicación. Me gustaría comenzar por agradecer esta instancia de aprendizaje y, especialmente, de compartir experiencias y reflexiones que nutren y significan este proceso. 

Realicé mi educación básica en un colegio solo de mujeres y de carácter religioso, por lo cual había mucha exigencia en aspectos como la vestimenta, el peinado,  la postura, el comportamiento, el silencio y, me atrevería a decir,  había casi una especie de sometimiento a lo que decía el o la profesora, convirtiéndonos así en unas niñas sumisas y acalladas. A medida que pasó el tiempo este esquema se fue destruyendo cada vez más y ya ad portas de la adolescencia estos estigmas fueron flexibilizando, sin embargo persistían ciertas situaciones, por ejemplo, la incomodidad de las alumnas frente a profesores hombres, pues era latente el rol de autoridad que ellos implantaban en el aula de clases frente a niñas y adolescentes carentes de voz. 

En mi educación media cambié de colegio y acudí a un centro mixto, en donde la situación era distinta al colegio femenino. Por primera vez tenía compañeros hombres y no me tomó mucho tiempo darme cuenta de muchos estereotipos de género marcados en la educación y prácticas que ya estaban totalmente normalizadas e invisibilizadas. Entre ellas cosas como que los niños siempre salían a recreo antes que las niñas; a la hora del almuerzo estos iban donde sus compañeras que hacían las filas y estos se colocaban allí, quitándoles el puesto; al pedir voluntaria/os para leer siempre eran elegidas las mujeres por sobre los hombres, pero en ejercicios matemáticos estos tenían más participación que las mujeres, etc. 

A raíz de estas experiencias, considero que sin duda los estereotipos están presentes en el ámbito educativo, pero lo que personalmente siento que es un desafío es que estos están invisibilizados, ya ni siquiera nos damos cuentas que estamos replicando ciertas conductas porque forman parte de lo cotidiano. Creo que eso es lo que debemos cambiar para así resignificar y construir nuevos espacios de inclusión, equidad e igualdad.

¡Hola a todos y a todas! Mi experiencia como docente de educación física me ha demostrado muchas instancias donde se ve involucrado el sexo como factor de elección en actividades deportivas. En el calentamiento o en actividades generales no hay grandes problemas. Sin embargo, a la hora de jugar algún deporte, en mi contexto cuesta mucho el poder generar equidad entres los y las estudiantes. Los varones tienden enseguida a buscar a su género invalidando o menospreciando al género femenino.

También sucede en las instancias de juegos cooperativos, existe un pudor o temor en los estudiantes varones a tomarse las manos cuando hacen una ronda o círculo. Existe una tendencia machista que no se entiende, pero que los niños en su mayoría la traen como educación desde el hogar. 

  Por lo tanto he tenido que idear estrategias, derribar barreras para que todas las personitas que participan en mis clases puedan comprender que tienen las mismas oportunidades, derechos y capacidad para interactuar y jugar.

 Sin duda, me falta camino en este proceso. He visto también en otras asignaturas que ocurren hechos similares y también hago la autocrítica que es culpa de nosotros como docentes, que muchas veces o no nos damos cuenta de que hay una discriminación hacia el sexo femenino o simplemente vemos que los niños se agrupan según afinidad de género y lo dejamos pasar.

 Hay tarea, así que este curso puede ayudarme a tener herramientas para poder plantear ideas en mi establecimiento y también para mejorar desde mi mentalidad y corporeidad la forma de expresarme frente a mi alumnado.

Hola a todes, soy Francisca, estudiante de pedagogía en matemática.
Sin duda lo que más me marcó en los años de colegio fueron los comentarios referidos a cómo "debía" comportarme por ser mujer. En mi caso era algo muy recurrente, pues no soy una persona "femenina" y nunca me mostré muy interesada en lo mismo que las demás mujeres del curso. De pequeña solía juntarme con hombres, pues sentía que tenía más libertad para expresarme o para hacer el ridículo, siempre sentí que en los grupos de mujeres habían muchas limitaciones, era como que se esforzaban por ser ordenadas y comportarse bien.
Siempre noté que a los niños se les permitía ser más desordenados, mientras que a mí me retaban por cada cosa que hacía. Recuerdo que una profesora siempre me decía "siéntese como señorita", y yo miraba a mis compañeros desparramados en las sillas sin que nadie les dijera nada. En una ocasión, en la clase de música un grupo de compañeros hombres comenzaron a tocar la flauta con la nariz, a mí me pareció gracioso y me uní a ellos (éramos pequeñxs, no nos juzguen jajaja), cuando la profesora se dio cuenta me retó únicamente a mí, habían 5 personas más que estaban haciendo lo mismo, pero ella va y me dice que no se esperaba algo así de mí, que yo tenía que ser "ordenadita". Y así tengo una interminable lista de experiencias que se resumen en que no era ni una señorita ni ordenadita ni demás 'itas'.
Por suerte cuando más grande se calmó bastante la cosa, seguían habiendo casos aislados pero eran menores. Creo que lo más destacable en enseñanza media fue con el profesor de física: en resumen, a un compañero y a mí nos iba bien con las notas, sacábamos calificaciones muy similares, el profesor siempre lo felicitaba y le decía lo inteligente que era. A mí creo que las únicas veces que me dirigió la palabra fue cuando pasaba la lista😂.
Siendo honesta, nunca he sido muy propensa a sentirme mal por lo que piensan o dicen los demás, creo que tengo la suerte de poder tomarme todo con humor y hacer que mis malas experiencias me queden como anécdotas, sin embargo, sé que a mucha gente sí le afectaría. Me preocupa y me parece grave que un docente le ponga tantas limitaciones a las alumnas. Me preocupa que una niña tenga que ver cómo premian a su compañero por conseguir exactamente lo mismo que ella, me preocupa que eso la desmotive, que piense que su esfuerzo o sus logros son invisibles. Me preocupa pensar que en matemática no se espera que una niña destaque, me preocupa que la gente se sorprenda de que sea mujer y buena en matemática, como si fuese incompatible. No quiero que más mujeres pasen por eso.

Mi nombre es Fernanda Bruna, Educadora de párvulos de nivel Medio Menor. 37 años

Mi labor docente refleja mi experiencia de crianza (favorablemente). Crecí con padres docentes los cuales me fomentaron el pensamiento crítico con un fuerte incentivo hacia desafiar los estereotipos de género. Fui una pequeña que jugó futbol, no se me obligaba a usar cierto tipo de vestuario "femenino" ni a comportarme como una "señorita". 

Creo que en educación preescolar es donde se deben concentrar los esfuerzos para que los educandos crezcan en ambientes libres de sexismo y estereotipos de género, reforzando en ellos el respeto por la diversidad.

Desde mi experiencia como estudiante hasta mi labor como docente he vivido y reproducido sexismo y roles  de acuerdo al genero de mis estudiantes.

Como estudiante era clásico que los hombres en la clase de educación física jugaramos futbol y las mujeres voleibol, esto estaba por así decirlo configurado de el o la profesora que nos hacia clases.

Como docente también incurrí en sexismo y roles. Siempre cuando me hacían preguntas los niños contestaba con ejemplos de futbol o similares, cambio cuando las preguntas venían de niñas mis ejemplos iban referidos a teleseries etc.

Buenas tardes mi nombre es Fernanda Sáez, tengo 24 año y soy profesora de Educación Física. 

Actualmente trabajo en un colegio de formación Montessori, en la cual no he observado o vivido alguna experiencia de tal calibre, todos somos muy transparentes con nuestra mentalidad, cada trabajador respeta a sus colegas dejando en claro de que todo que hacer dentro del establecimiento es para un bien común que son los niños y niñas.  Sin embargo mi experiencia de desigualdad social donde el machismo estuvo marcado siempre fue en mi época de colegio, estudie mis 12 años en un colegio mixto, en la cual AHORA me doy cuenta de todos los errores que cometimos, cometí al aceptarlo como ''normal'' y que cometieron mis profesores, pero bueno, ahora yo los catalogo como ''chapá a la antigua''. 

Siempre me incliné por Educación Física por lo que yo intentaba hacer de todo aun que me saliera mal, sin embargo los profesores al verme jugar a la pelota, correr con mis compañeros, o simplemente sentirme mas cómoda con buzo que con falta miraban mal, llamaban a apoderados y un poco más a la psicóloga del colegio. Sin embargo cuando mis compañeras sólo querían bailar, hacer gimnasia eso estaba bien, siendo que un deporte no tiene GENERO. 

Al pasar los años crecí con la mentalidad de que existían deportes para niñas y deportes para varones, pero esto cambió al llegar a la universidad, ya que TODOS hacíamos de TODO, no habían desigualdad en las actividades y eso me encantaba. Me formé como profesora con las creencias de ahora ''TODOS PODEMOS HACER DE TODO'' y nadie deberá decirte algo si tu te sientes bien, sin embargo esto calló nuevamente en mis prácticas, en donde los profesores guías de los colegios eran tan iguales a los de mi colegio, con la misma mentalidad de ''DEPORTES PARA NIÑOS Y DEPORTES PARA NIÑAS'', en las unidades de deportes donde hay que enseñar fútbol, básquetbol, gimnasia, etc mi profesor guía me dijo ''SEPAREMOS EL CURSO TU ENSEÑAS GIMNASIA A LAS NIÑAS Y YO FÚTBOL A LOS VARONES'' yo accedí pensando que luego nos rotariamos los deportes y que todo el curso aprendiera de la misma forma, nunca fue así, las niñas nunca vieron el deporte fútbol y los niños nunca vieron gimnasia. 

Estas son cosas que me dije a mi misma, '' Mis alumnos van a aprender de todo y cuando ellos tengas la suficiente madures decidirán si ejecutarlo o no''

Gracias por la oportunidad de expresar las vivencias, los leo a todos. 

Hola a todxs,

Agradeciendo el espacio y la instancia para dialogar, reflexionar, conocer y aprender sobre este tema tan transversal e importante dentro de la escuela, como también dentro de la vida y sus espacios cotidianos.

He vivenciado situaciones de sexismo dentro de espacios de formaciones en muchos aspectos, Tanto en lo teórico, como en lo práctico.  Dentro de mi formación escolar, a grandes rasgos toda la literatura, narrativas y aspectos teóricos venían y eran desde sectores masculinizados y también hetero normados.

En el área de historia, partiendo desde que en general se habla de la historia del - hombre - (haciendo una alusión a un genérico, que no tiene nada de genérico), pero particularmente desde el sujeto histórico, sobre todo desde paradigmas positivistas, , eran hombres o figuras compuestas desde un sentido patriarcal y masculino, (y  no cualquier hombres, sino hombres blancos, heterosexuales y pertenecientes a la elite aristócrata y burguesa de la sociedad), en donde la figura de lo NO tradicional y desde lo NO GÉNERICO, es decir, diversidades sexuales, mujeres, niños y niñas, era algo que no era parte de la narrativas general o hegemónica, sino que tenía una connotación de simple agregado o de mención. 

Este mismo fenómeno, considerado las características propias de las disciplinas, eran exactamente el mismo. Dentro del área de las Ciencias, recuerdo muy bien que el imaginario hegemónico del - ser científico/a/e - era incluso un hombre blanco, con bata, algo chascón dentro de su laboratorio haciendo experimentos. Una figura bastante caricaturizada, que sin embargo, mantiene una firmeza y la construcción de un sujeto bastante presente en nuestros procesos de enseñanza y aprendizaje. Dentro de la desigualdades en los contextos escolares, que ya por si traen consecuencias en nuestras formaciones, siempre se tocaba el nombre de Einstein, pero no de Marie Curie, Mileva Maric o de Hipatia en la antigua historia Griega o Egipcia, por solo colocar algunos pequeñitos ejemplos.

Dentro de esta misma lógica es donde a partir de aquellos relatos, no solo se socializaban y se estudiaba ciertas cosas con un carácter sexista, sino que también se reproducción prácticas sexistas en donde dichos aspectos se materializaban en actos por parte de algunos profesores. Como por ejemplo, SIEMPRE MIRAR A LOS "VARONES" CUANDO SE HABLABA DE ESTOS TEMAS, o SIEMPRE EMPLAZAR A LOS "VARONES " , porque dichos trabajos, dichas actitudes o dichos espacios eran narrados y contados desde figuras de hombres con un sentido patriarcal. 

Por otro lado, pero muy conectado con lo anterior, era la geografía de los espacios dentro de la escuela. El patio tenía cierta estructura y se construía DESDE DETERMINADA MIRADA, para que estuviese mayormente habitados para figuras masculinas. De hecho, no era el tema de que los hombres solo jugaban a la pelota, porque por supuesto, las mujeres y  diversidades de construcción de género podían hacerlo, pero era impresionante como el tamaño de lo que ocupaba el patio donde estaban los arcos, a diferencia donde estaban otro tipo de actividades relegadas o bien disminuidas para su ejercicio tranquilo o cómodo. E incluso, los discursos por parte de profesores, inspectores u otras figuras de funcionarios dentro de la escuela, era algo como : " NIÑAS, NO SE ATREVIESEN  EN EL PATIO SI ESTÁN JUGANDO A LA PELOTA ", " NIÑAS, PARA QUÉ JUEGAN SI SABEN QUE ES UN JUEGO BRUSCO " .  En donde no había ni siquiera una tensión o inclusión mínima para decir que el espacio podía ser de todxs, compartido o bien incluido en términos de lo que se podía hacer, pero no … dichos comentarios apelaban a la construcción de identidades con sexismos y miradas patriarcales. 

Siento, como han mencionado algunxs compañerxs en sus opiniones, que hay aspecto a disputar y trabajar desde la cotidianidad y la cultura misma, sin embargo, a modo del campo educativo, hay un currículum que se trabaja y se aborda desde determinadas perspectivas. Por lo que es necesario tensionar, trabajar y construir acciones cotidianas en el día a día, que son importantes, pero también es necesario apostar a cambiar las estructuras curriculares y de estatutos que contienen los mismos sesgos para dar cabida a espacios, construcciones y un currículum con perspectiva de género, sin sexismos y con un carácter transformador. 

Muchas gracias y saludos a todxs. 

 

Siendo estudiante de colegios municipales, desde los primeros niveles en adelante, escuche comentarios sobre como ser o lo que no es "ser señorita" vinculado principalmente a actitudes y vestimenta, sólo me dejaban usar pantalones entre junio y julio como la posibilidad de "protegernos del frío" jamás como una decisión de cómo me quiero vestir o de cómo me siento más cómoda; asimismo, recuerdo en educación básica que el uso de cotona para los niños era hasta 6° Básico, en cambio para las niñas hasta 8°  lo que era argumentado por el mundo adulto para evitar situaciones complejas con el desarrollo de las niñas ya que este podía generar "cosas" en los niños, siendo nosotras las responsables de ello.  

Los espacios de juego, colonizados por los niños y el balón, juego que era prohibido para nosotras como niñas ya que ese no es un juego de señoritas, para nosotras existía un rincón para saltar la cuerda o bien, sentarnos a conversar; así como ejercicios en educación física que nosotras como niñas no estábamos capacitadas para ejecutarlo. Nada de esto cambió en mi paso por educación media.

Cuando regreso a la escuela, ya como profesora, nada ha cambiado. Siguen los mismos comentarios y dinámicas sexistas, estereotipadas, invisibilizando las disidencias, lo distinto, lo diferente, sosteniendo los roles de género, el lenguaje masculinizado, la heteronorma, la clase de historia seguía contando las hazañas de los grandes hombres, al igual que en las ciencias, en las matemáticas, en la literatura, todo seguía igual. Podría continuar entregando ejemplos que existen históricamente en el espacio escolar, pero el desafío hoy es cómo desde nuestro rol modificamos, tensionamos, intencionamos una sala de clases, una escuela no sexista.

Cuando fui estudiante, presencié el caso de movilizaciones de carreras de diversas universidades, que aún exigen a sus estudiantes, según su sexo, cierto tipo de vestimenta para evaluaciones académicas. A esto se suma la situación de disidencias, quienes se ven más expuestas y desprotegidas ante este tipo de vulneraciones. De igual forma, creo que es importante recordar las decenas de denuncias contra docentes por acoso y abuso que se hicieron públicas en redes sociales durante el año 2018, donde estudiantes se veían(ven) expuestxs a vulneraciones en un espacio que tenía el deber de protegerlxs. Ante esto, lamentablemente la respuesta de las universidades fue lenta, y en muchos casos, ineficiente. 

Durante mis estudios de educación secundaria, muchos de los profesores que nos hacían clases no nos entregaban las mismas herramientas o experiencias de aprendizaje sólo por el hecho de ser mujer. Los "chistes" relacionados con el rol de la mujer en la sociedad, hacían notar el machismo de los profesores y peor aún sus comentarios: las mujeres no puedes hacer preguntas, son mujeres no entienden, me sorprende que una mujer lo haya hecho bien. Lo anterior, ponía nuestras capacidades en duda sólo por el hecho de ser mujeres.

Muchas de estas situaciones eran normalizadas por la comunidad educativa y nosotras, terminamos creyendo que era lo correcto. 

Hoy como docente, veo estás diferencias desde la perspectiva motriz, vale decir, que según mi experiencia y estudios, el aprendizaje motor en niños y niñas presenta grandes diferencias y esto puede deberse a qué las prácticas y creencias pedagógicas se ven influenciadas por el factor género. Es así, cómo a las niñas se les potencia más en habilidades motrices finas y a los varones en las HBM gruesas... 

Buenas tardes:

Durante mis años de estudio sufrì muchas situaciones de sexismo, muchas de estas las logré nombrar asì "sexismo" o "violencia sexista" de grande. Antes que eso las tendía a normalizar, pues no es a mi a la única que le sucedían.

Durante la educaciòn media, veìa como mis compañeros tenìan mayor protagonismo en las instancias "de poder" relacionadas con la dirigencia estudiantil. Era muy comùn que existieran ùnicamente hombres utilizando los cargos de presidentes y delegados, esto era producto primero por que las listas estaban compuesta mayormente por varones (las mujeres en general estàbamos en los cargos de secretaria) y segundo porquè cuando surgieron listas constituidas solo por mujeres eran invalidadas.

Este fue mi caso, año 1998, para el Centro de Estudiantes de mi liceo levantamos una lista compuesta por el 80% de mujeres, por lo tanto, los cargos de presidenta y vice pdta los tenìamos nosotras. Fue un proceso muy difìcil pues tuvimos trabas desde el principio, en las autorizaciones de los directivos del Liceo para participar generar espacios de diàlogo durante la campaña, porque "las mujeres generan mayor alboroto" hasta las voces de nuestros oponentes "por ser mujeres tienen màs posibilidades de ganar, porque pueden usar sus encantos" "es injusto que anden mostrando las piernas (nuestro uniforme era con falda) porque eso les asegura los votos" y asì suma y sigue. Demostrar que nuestras ideas eran legìtimas e importanes era muy difìcil pues siempre se centraba la atenciòn en nuestra apariencia fìsica, cuando nos enojabamos o enfrascabamos en alguna discusiòn eramos tratadas de "locas", "histèricas", "andabamos con la regla", de "mejor vayanse a su casa". Finalmenteno salimos electas, pero ahì partiò el primero movimiento feminista en el cual participè.

Nota: mi pc està desconfigurado, por eso las tildes estàn hacìa el otro lado

Saludos Virtuales

Al igual que muchos de mis colegas concuerdo que el patio siempre estaba ocupado por los varones jugando a la pelota y las mujeres debían estar alrededor de la cancha  o del, espacio que sobrara en el patio, también recuerdo que a las mujeres se les obligaba a ir con falda yque no nos dejaban ocupar buzo de excepto en el día de educación física.

También la mayoría de las clases sólo se nombraban a los grandes científicos, escritores pero siempre eran varones nunca se nombraron a las grandes escritoras o poetas, científicas que hubo en la historia.

Hola, yo recordé una experiencia vivida en el colegio en qué trabajo, dónde hay un niño que se inscribió a todos los talleres que por tema sexista están catalogados para niñas...pues bien el papá pidió hablar con jefatura para que no aceptarán a su hijo en estos talleres, para que así " lo ayudarán" a qué su hijo hiciera deportes o talleres de niños... él apoderado me comentó que quería que su hijo debía practicar fútbol, karate, etc...se conversó con el apoderado sobre las diferencias en gustos ...cosa que hasta ahora el papá no logra comprender...pero que con los años aprendió a aceptar...

En el colegio, la mayoría del patio escolar estaba destinado a la cancha de fútbol, que sólo era utilizada por los hombres, nosotras teníamos que ocupar las orillas de la cancha o el pasillo para estar. Además nunca se potenció que nosotras también practicáramos ese deporte u otros. Está de más decir que nuestros mismos compañeros no nos dejaban jugar con ellos, porque era un deporte sólo para hombres.
Así mismo, en las actividades deportivas, como en las alianzas escolares, sólo se incluía el fútbol varón, nunca femenino. Y nosotras solo teníamos la labor de "hacer barra" porque no jugábamos. 

Otro ejemplo de sexismo, es que a las mujeres en el colegio se nos obligaba andar con falsa, y sólo podíamos usar el buzo en educación física, se nos retaba si usábamos el buzo los días que no teníamos dicha materia. Cuestión que los hombres siempre podían andar con la comodidad del buzo o pantalón.

Cuando estaba en el colegio desde séptimo básico me interesé mucho por ir a los talleres extraprogramáticos del colegio, de entre los cuales estaba balonmano (handball en inglés). Desde que empecé a entrenar y a jugar, siempre he escuchado comentarios como "¿ese deporte no es muy masculino para ti?", "pero no te ves ahombrada", "¿por qué no elegiste un deporte más femenino como voleibol?" , "¿por eso tus piernas son tan gruesas?" entre otros dichos y preguntas hirientes de mis compañeros de curso e incluso de profesores de Educación Física (y entrenador de Voleibol).

Ahora que lo pienso más enfocado a esta pregunta, me doy cuenta de que si bien, el sexismo con respecto a los deportes siempre ha existido, no es hasta que te sucede a ti o a alguien cercano, que no le tomas el peso real que tiene psicológica y físicamente. 

Personalmente, cuando empecé a jugar balonmano de una manera "más seria", es decir, entrenar en un club en conjunto con el colegio y jugar varios partidos al mes, también empecé con desórdenes alimenticios. Mi cuerpo estaba cambiando en conjunto con la etapa de la adolescencia y yo no entendía muy bien porqué, pero si algo sabía era que en el colegio mis compañeros me molestaban por estos cambios en los que mis piernas estaban "más gordas", mi cuerpo estaba "más musculoso" y mis intereses deportivos eran "más masculinos".

Ahora me doy cuenta que mis piernas no estaban más gordas, sino que estaban más tonificadas por el deporte. Mi cuerpo si estaba más musculoso, pero se debía a las largas horas de entrenamiento que dedicaba al balonmano. Mis intereses deportivos no eran más masculinos, sino que mi entorno escolar me lo decía y por eso no veía que los deportes no son masculinos ni femeninos, solo son deportes.

Entonces, el sexismo no solo provoca ideas erradas, discriminación o actitudes estereotipadas en cuanto a ciertos temas... puede llegar a provocar: bullying, cyberbullying, desórdenes alimenticios, depresión, entre muchos otros trastornos mentales.

Siendo estudiante en el colegio, presencié varias situaciones que representaban un sexismo implícito en las decisiones de convivencia y comportamiento por parte de los docentes. Un ejemplo de aquello era que se limitaba y restringía el desempeño de las damas durante cualquier juego o actividad con la justificación de que eran menos capaces o más frágiles que los varones, lo cual daba por sentado que una estudiante no podía superar o lograr un resultado similar frente a un estudiante varón, dentro del contexto de una actividad en particular. Esto ponía limites anticipados y exagerados frente a las habilidades y capacidades de las estudiantes lo cual genera una concepción errada de las capacidades físicas en determinadas edades (5-12 años). 

Hola! puedo decir que si me pongo a pensar detenidamente en algunos recuerdos que viví en la escuela en el tiempo que estudiaba en un colegio exclusivo de mujeres, puedo decir que la mayoría del tiempo nos repetían frases como "Las señoritas no se sientan así" "Las señoritas no hacen esto" por cosas sumamente naturales, como sentarse de piernas "a lo indio", pedir balones para jugar a la pelota, etc. Por otra parte, en mi colegio mixto, a las mujeres no se nos permitía usar short en verano en la clase de educación física porque "estaríamos tentando a los varones" (Frase del inspector general), una ridiculez y una burla tomando en cuenta el calor del verano bajo una cancha. Muchas de estas experiencias tenían que ver con la forma de vestir y la manera de comportarse, que también afectaban a algunos compañeros, como cuando molestaban a un compañero por ser homosexual o cuando otros compartían algo de comer y se les llamaban inmediatamente "maricones", totalmente innecesario y absurdo.

Creo que la educación que se imparte desde los colegios debería tener cambios más rápido de lo que se propone.

Hola, una de mis experiencias educativas respecto al sexismo tiene relación con conocer las ideas arraigadas que tienen ciertos docentes, por lo general, más antiguos, respecto a los roles que deben cumplir las mujeres en el ámbito educativo. Son notablemente sexistas por ejemplo si una mujer es guapa de acuerdo al cánon social de belleza, le dan roles de "entregas de diplomados", roles más secundarios por así decirlo y llegan a subestimar todo el potencial de la profesional.

Por lo general las mujeres que ocupan cargos directivos suelen ser más cuestionadas que los hombres, y esas mujeres a raíz de ello desarrollan una personalidad más competitiva e incluso "masculina" para lograr permanecer en ese cargo.

Con los estudiantes el trato es similar, por supuesto. Pero afortunadamente no es una realidad que comparte toda la comunidad educativa, también existen quienes son más respetuosos y críticos.

Hola! Bueno una de las experiencias que mas se me viene a la mente, es cuando era estudiante en el colegio, recuerdo que donde se marcaba el sexismo con más intensidad era cuando teníamos clases de educación física y a los varones se les hacia jugar fútbol y a las mujeres a saltar la cuerda o  jugar a las quemadas, solo por el simple hecho de que fútbol era para varones, incluso si habían mujeres que querían participar los mismos profesores decían que no, ya que se suponía que era una juego muy brusco para las mujeres y que podrían salir lastimadas, y los compañeros también los tachaban de "marimacha" el cual en muchas ocasiones las mujeres preferían no jugar por miedo a las burlas que ellos hacían, siendo que no deberían dar burlas y menos encasillar el fútbol para hombres siendo que es solo un deporte. Otro recuerdo que se me viene a la mente con esta pregunta es cuando hacían algunas celebraciones y se hacían convivencia o colación compartida y en los cursos mas grandes cuando ya no había apoyo de los apoderados a diferencia de cuando eran mas pequeños era que siempre se designaba a mujeres para la labor de ordenar y organizar los alimentos mientras que los hombres eran mandados al patio a jugar para luego solo entrar a comer. Con esto se seguía encasillando a las mujeres para el orden y la labor de servirles a los hombres en las escuelas. 
Saludos!

Hola, soy profesor de lengua y literatura en educación media y jamás me había dado cuenta, en todos los años que llevo de trabajo, de la discriminación sexista que existe en mi asignatura. Es una discriminación de fondo, de currículum. En los textos escolares, y también en los planes y programas, siempre se privilegia, o se pueden encontrar, una mayor cantidad de textos de escritores y poetas, no así de escritoras y poetizas. Éstas últimas, están presentes, o son sugeridas, en muy poco porcentaje. Lo que se transforma en un perjuicio, ya que recibimos y/o damos una educación sesgada, que no reconoce a la mujer y la visión femenina de la realidad. Y lo que claramente es una discriminación y una violación a los derechos humanos. Creo que un ejemplo claro es lo poco que sabemos de Gabriela Mistral, u otras escritoras como María Luisa Bombal, en comparación con Pablo Neruda o Vicente Huidobro, u otros autores nacionales e internacionales, antiguos y contemporáneos. La educación debe ser abierta a la diversidad e inclusiva y dar espacios para todas las visiones. Es decir, verdaderamente democrática.

Saludos 

Buenos días estimadas y estimados:

Tengo muchos recuerdos de prácticas sexistas institucionalizadas en establecimientos de enseñanza básica, desde no hace mucho tiempo; como por ejemplo lo del uso obligatorio de la falda en pleno invierno y que en muchos casos no tenían medias pantys para el frio;  o del profesor de educación física cuando en la segunda hora de clases les solicitaba que hicieran barra a los varones mientras jugaban fútbol y el se olvidaba de la clase;   recuerdo en especial a las profesoras mayores llamando la atención a las alumnas a que se comporten como señoritas que no levanten la voz, que se sienten bien, el uso del lenguaje, etc.

Sin duda son los casos más extremos, pero también está todo el plan curricular que lamentablemente está teñido de prácticas sexistas y de la cual los docentes somos sus reproductores sin  hacer mayores cambios o críticas. 

¡Hola!

Era difícil lidiar con algunos profesores y sus expresiones, a veces estamos consientes de que existe este genérico masculino para referirnos a las personas, pero no hacemos nada para remediarlo. Las profesoras siempre fueron empáticas y nos incluían a nosotras las mujeres para referirse al curso en general, era bueno porque de alguna manera por fin y en sus clases sentíamos que pertenecíamos a un curso en donde no solo se viera a mis compañeros hombres. Gracias a esas profesoras pudimos hacerle frente a un profesor que llegó, joven que pensábamos tenia conocimientos de estos. Pero tomaba la escoba y nos mandaba a barrer, claro, nosotras al principio le bajamos perfil porque desde nuestros ojos estaba bromeando con algo que no produce gracia, luego comenzó a ser hostigoso con el tema. Por fortuna nuestros profesores y nuestras profesoras nos escucharon y duro poco en el colegio, y es complicado porque "docentes" como él puede estar ejerciendo en otro colegio.

¡Buenas tardes!
A lo largo de toda mi experiencia escolar siempre viví y sentí que, como mujeres, nos dejaban a un lado. Por ejemplo, en el colegio, los hombres jugaban a la pelota libremente en el patio, mientras que a nosotras no se nos permitía porque usábamos falda; tampoco podíamos usar pantalón de buzo, pues era solo para el día de educación física ni pantalón azul escolar, ya que se podía ocupar, exclusivamente, cuando empezara el invierno.
También, el lenguaje estaba bastante marcado, porque a pesar de que en mi curso la mayoría éramos mujeres, siempre fuimos "los estudiantes". Además, en las lecturas del área de lenguaje se leía a más hombres que a mujeres, puedo contar con los dedos de las manos a las mujeres que leí a lo largo de toda mi enseñanza escolar. Por último, la mayoría de mis profesores fueron varones.
Por otra parte, en la universidad pasó algo muy similar en cuanto a las lecturas, la mayoría hombres, blancos y heterosexuales, no había paridad ni diversidad, y aunque la exigimos, no nos tomaron mucho en cuenta. Creo que es fundamental conocer a las mujeres que hicieron algo importante en nuestra historia, no basta con visibilizarlas o nombrarlas, hay que conocerlas y escucharlas, para que de esa manera inspiremos a las niñas, niños y adolescentes.

Buenas tardes, en mi experiencia como estudiante viví y presencié varias situaciones sexistas, una de ellas era que a las mujeres no se nos dejaba jugar fútbol en los recreos porque era un deporte "para hombres" y nos veíamos "poco femeninas" jugando con falda, lo que también era mal visto. De igual forma jugábamos hasta que la directora llegaba a retarnos, lo que se repetía con cada grupo de mujeres haciendo lo mismo. Los campeonatos de deportes también siempre iban enfocados a los niños y muchas veces nosotras no podíamos participar de un encuentro porque era considerado un deporte para ellos. El lenguaje también era un símbolo sexista: todos, alumnos, los estudiantes, los profesores, etc., de nosotras poco y nada. Ya en la Universidad empecé a comprender mejor lo que conllevaba estas decisiones y cómo podíamos combatirlas; con otras compañeras empezamos a exigir más textos escritos por mujeres, pues siempre el canon lo conformaban autores, varios profes se adaptaron y otros simplemente decían que "no había ese tipo de textos escritos por mujeres" fuera cual fuera el tema. Todo esto me hizo reflexionar que el cambio y la inclusión igualitaria de mujeres en el currículum es lo que quiero incentivar en el aula, fomentar el pensamiento crítico, ir eliminando los micromachismos y la creencia de que las mujeres no han aportado al conocimiento del mismo modo que los hombres. Esto, siento, puede abrir muchas puertas a las niñas y adolescentes que se han visto minimizadas por el lenguaje y acciones sexistas.

Buenas tardes.

En lo respectivo a las distinciones sexistas en las aulas, mis recuerdos más próximos son de mi estadía en enseñanza media, al respecto recuerdo varias distinciones que se hacían entre sexos:

1) En las clases de Educación Física, se permitía que ciertas evaluaciones los hombres las rindiesen primero para que estos pudieran salir al patio exterior del gimnasio para practicar algún deporte, de preferencia fútbol, mientras las mujeres esperaban su turno, y hubo un tiempo en que se podían cierta complicaciones si es que una mujer quería salir a practicar el deporte con los hombres, aunque con el tiempo estos inconvenientes se fueron esfumando.

2) Habían festividades que celebraban preparando una convivencia o algún espacio que sea para compartir mientras se comía, en ellos era común que a los varones se les permitiese salir al patio mientras se solicitaba que un grupo de mujeres quedase ordenando la sala (mesas, platos, cubiertos, decoración).

3) Mientras nos daban charlas o simples conversaciones respecto al futuro universitario, era muy marcada la distinción entre profesiones por sexos, por ejemplo, no era extraño que se dijeran cosas como "si alguna de ustedes quiere ser enfermera" o "si alguno de ustedes quiere ser ingeniero", casi condicionando que ambas profesiones eran para un género en especifico en vez de mencionarlas de una manera más neutral.

4) Los uniformes eran predefinidos con pocas opciones de cambio. En el día a día, tanto hombres y mujeres, podían usar pantalón, y las mujeres además tenían la opción de la falda, pero en los desfiles o en presentaciones formales, sí o sí las mujeres tenían que usar falda y los hombres pantalón, muchas veces esto implicaba problemas para las mujeres puesto que para los desfiles, entre que daban charlas las autoridades o se realizaban actividades, el tiempo de espera implicaba estar hasta 2 horas antes de que empiece oficialmente el desfile, y en un día frío las mujeres eran las más perjudicadas con la falda. También en gimnasia se daba una alternativa para la ropa de deportes que era ropa "larga", esta era que los hombres y mujeres podían usar una polera corta, pero los hombres tenían que usar "short", mientras las mujeres una calza, obviamente mucho más ajustada que el short.

Hoy me encuentro en mi primer año de la carrera de Trabajo Social y me encantaría poder trabajar en alguna escuela o liceo, por lo que creo que se debe ser crítico/a ante tales situaciones y buscar las maneras de mejorarlas, puesto que es por el bien del estudiantado. 

Como experiencia personal, durante mi adolescencia fui muy discriminando por mi orientación sexual en el establecimiento escolar, tanto de básica como de media, lo anterior, dado que me relacionaba más con mujeres que con mis compañeros varones. Durante ese período (90), el patriarcado estaba mucho más marcada que ahora, motivo por el cual, los roles de género estaban muy arraigados en la sociedad, por lo que ser hombre, implicaba realizar cosas de hombres (no llorar, ser el proveedor, ser fuerte), por lo tanto, yo no encajaba en lo que se esperaba de mí, siendo hombre, fui discriminado por mi grupo de pares y por los docentes.

La verdad que fueron años bastante difíciles, dado que marcó una  etapa que no quisiera recordar; sin embargo, los tiempos actuales han cambiado; la diversidad sexual es aún más aceptada, pero aún falta mucho, sobre todo en el ámbito escolar.

En educación obligatoria, se vivencias varias situaciones de práctica sexistas y esto se ha transformado en un ciclo sin fin, que poco a poco ha ido decayendo; pero aún queda mucho trabajo por hacer e intervenir. Una de las situaciones que se vivencian son los estereotipos de género están presentes en la cotidianeidad de los procesos educativos, produciendo brechas de resultados académicos y desigualdad en la formación integral de las y los sujetos, generando desventajas para las mujeres, por ejemplo, en educación física, y en el caso de los varones en electivos vinculados con la expresión escénica; quienes ven limitadas sus posibilidades de expresión de las emociones, con las consecuencias que ello puede tener en su vida personal.

Este tipo de brechas que se generan en el futuro tienen un impacto en las decisiones que toman los y las estudiantes al momento de optar a una profesión. Como el ejemplo de que en ingeniería se inscriben una mayor parte hombres y en obstetricia una mayor parte mujeres.  

Se vivencian este tipo de situaciones tanto como estudiante como docente. En mi caso, como Profesora de Educación Física me ha tocado observar prácticas sexistas de parte de docentes hombres y mujeres, en los cuales todavía creen que algunos deportes son para determinados géneros, dividiendo los cursos lo que restringe de gran manera la posibilidad de desarrollo a los niños y niñas, además de ponerles una barrera de lo que pueden ser capaces de lograr. En esta misma asignatura es posible ver cómo docentes todavía utilizan recursos musicales tremendamente sexistas, como lo es la canción de "arroz con leche", solo por dar un ejemplo, canción con la que juegan niños y niñas de 5-6 años, o sea, les imponen roles desde que ni siquiera son capaces de razonar. Entonces todo esto lleva a que tanto las personas adultas como adolescentes, niños y niñas, tengan normalizado esta discriminación de género, incluso nosotros y nosotras aunque estemos en contra de ello.