Me gustaría hablar de dos experiencias en realidad.
Por una parte, como profesora, he tenido que vivir situaciones en que mis ideas y propuestas no son consideradas como relevantes hasta que las respalda un colega varón.
Lo otro que me gustaría comentar tiene relación con las y los estudiantes. Creo que es extremadamente común una tendencia a ver a ciertos alumnos varones como "alumnos problema" y a ciertas alumnas mujeres como "tranquilas y ordenadas". Este estereotipo muchas veces lleva a las y los profesores a interactuar de maneras diferentes a niños y niñas por lo que sus oportunidades de aprendizaje sin duda se pueden ver afectadas.