Hay grandes diferencias entre la clase presencial y la virtual. No sólo cambian los lenguajes, sino que ese cambio te obliga a replantearte el modo en que generamos interacción, colaboración y reflexión en el proceso educativo. La gran limitación que observó en mi caso es como hacer las clases más dinámicas, interactivas y colaborativas en este nuevo lenguaje además de como generar buenos registros, evidencias y evaluaciones, que sean efectivos en esta modalidad virtual.

Lamentablemente no he podido hacer clases el año pasado porque mi establecimiento eliminó la filosofía del currículum 2020. De todos modos es mi desafío para este 2021 mejorar mis clases en estas problemáticas, tengo ya en mente algunas ideas como el uso de registros en Google Workspace y para la interacción he revisado como implementar plataformas como Mentimeter y Miro.