Durante el 2020, al igual que la mayoría de mis colegas, de improviso comencé a dar las clases en mi casa, lo que implicó un caos en mi vida, desde lo mas cotidiano hasta lo mas profundo. No tenía escritorio, y hacer guías y ppt, sentía me alejaba de lo que mas me gusta, hacer clases.
Pero las cosas mejoraron, por mi cuenta comencé a aprender, viendo tutoriales y probando muchas opciones, hasta que logré la que según yo, podia entregarme mejor a la experiencia.
Invertí en accesorios para mi computador, una tableta digitalizadora, una segunda pantalla, un buen micrófono y comencé a sentir que llegaba mejor a mis estudiantes, los leía en el chat, participaban y con eso el sentimiento de que no llegaba a ellos desaparecía,
Siento que la mayor dificultad está en la conectividad del sector en el que me desarrollo como docente, y el poco acceso que tienen mis estudiantes a distintas herramientas.
Un acierto para mi fue el uso de una tableta digitalizadora y sentir la cotidianeidad de la pizarra que tanto extrañé.