Sin lugar a duda que son múltiples las situaciones de sexismo que he vivido y observado a lo largo de mi experiencia educativa tanto desde mi rol como estudiante en el colegio y la universidad como actualmente en mi práctica docente como futura profesora. En primer lugar en la educación escolar hay un episodio que me sigue dando vueltas hasta el día de hoy, yo estudiaba en un colegio católico muy conservador y machista, cuando estaba en segundo medio en un recreo una compañera estaba corriendo y jugando con otros/as compañeros/as y en eso llega la profesora de religión y la agarra de un brazo y le dice que si quiere andar jugando así debía usar la falda más larga porque así parecía prostituta y no correspondía. Por otra parte, recuerdo en una clase de universidad a una profesora diciéndonos que las mujeres del curso debíamos dejar de tener gatos y perros y más bien dedicarnos a tener hijos pues así no estaríamos igual que sus amigas viejas solas fracasadas con puras mascotas. Ambas experiencias me llevan a reflexionar sobre la importancia de las palabras y actuares sexistas de profesores en los contextos educativos. 

Finalmente también creo importante reconocer aquellas experiencias de sexismo cotidiano que como profesoras debemos enfrentar por parte de nuestres estudiantes.