Como estudiante, el problema recurrente que suelo enfrentar con zoom o meet es que en ciertas ocasiones falla mi conexión a internet o mi computador no responde y debo reiniciarlo. Esto me obliga a solicitar volver a unirme a la reunión y pierdo bastante tiempo en la "sala de espera" si el docente no ve mi solicitud en medio de la clase. 

En mi experiencia como profesora en práctica profesional, zoom me resulta mejor puesto que ofrece más herramientas para usar con los estudiantes. Por ejemplo, los emojis de reacciones predeterminadas, la posibildad de separar el grupo en salas de conferencia individuales, entre otras. Fue en esta plataforma que propuse la actividad de que cada alumno cambiara su fondo por una imagen descargada que se relacionara con un fragmento a presentar en la unidad de género dramático. 

Igualmente, pienso que el mayor desafío para los profesores en la enseñanza virtual escapa de lo que estas plataformas puedan ofrecer, ya que no se puede obligar a los alumnos a encender sus cámaras, pero esto afecta significativamente el feedback de los docentes para saber si se está asimilando correctamente la materia.