He tenido buenas y males experiencias con esta nueva
modalidad de enseñanza-aprendizaje.
Primero que todo, reconozco que los alumnos se adaptan fácilmente a
las nuevas tecnologías, lo que es muy favorable para el
desarrollo de las clases. Es posible interactuar de buena forma con
cada uno de ellos, ya sea de forma grupal o individual.
En cuanto a las dificultades, se presenta la baja o nula conexión a
internet que poseen un gran número de estudiantes ya sea por
su ubicación o por situación económica en algunos casos. Sin
embargo, siempre existirán métodos alternativos para hacer llegar
el contenido
y las clases como por ejemplo: capsulas educativos, power point
o videos interactivos, etc. Debemos siempre buscar métodos y
nuevas ideas para que sea accesible a todos y todas.