Buenas tardes.

Durante muchos años me desempeñé como psicóloga educacional en escuelas de alta vulnerabilidad donde el sexismo y los estereotipos de género eran bastante frecuentes. Por lo general, en las reuniones de apoderados había una alta participación femenina y para evaluar la mayoría de las situaciones de responsabilidad parental se hablaba haciendo referencia a las "madres", invisibilizando muchas veces la participación masculina. El trato de la mayoría de los docentes era diferente según el sexo de los estudiantes, muy cargado a los estereotipos de género, haciendo diferencias en la expresión de emociones, en la fuerza física, en los juegos y el deporte, incluso en el trabajo o estudios que podrían seguir en educación superior. 

Entre los mismos docentes y asistentes de la educación se hacían constantes comentarios respecto de la conducta o tareas asociadas al género, las secretarias y las encargadas de registrar actas siempre eran mujeres, así como también los cargos de tesorería y organización de diferentes actividades como celebraciones y actos, los hombres se limitaban a tareas de uso de fuerza o herramientas, como armar el escenario, ver la parte eléctrica o acarrear sillas, hasta ver el fuego para el asado.