Las principales dificultades que he vivenciado con clases virtuales
son problemas de conexión por parte de alumnos que viven en lugares
alejados, el tiempo de clase acotado a 30 minutos (es una
desventaja cuando se trabaja con alumnos de primer ciclo, ya que
son más dispersos y muchas veces se pierde tiempo repitiendo
instrucciones y avisos), alumnos que no cuentan con un computador
para trabajar en clase y observan a través de la pantalla pequeña
de los celulares, irresponsabilidad por parte de familias que
cuentan con los recursos, pero aun así sus hijos(as) no se
presentan a la clase y desmotivación por algunos alumnos quienes
participan escasamente en la clase.
En relación a los aciertos, realizar clases precisas y resumidas
permite que los alumnos presten mayor atención en comparación a las
clases presenciales, asimismo las herramientas digitales han
contribuido para presentar los contenidos de forma más entretenida
e interactiva, los alumnos participan más al ver videos, imágenes,
juegos, presentaciones acordes a sus intereses, por lo que discuten
de manera animada e informada acerca de un tema con el curso,
responden virtualmente en evaluaciones formativas, encuestas, etc.
De igual forma, trabajar con proyectos online que tienen relación
con la vida diaria ha sido un acierto porque los alumnos pueden
trabajar de forma autónoma en sus casas y luego, presentan a sus
compañeros sus trabajos. Cada estudiante presenta de acuerdo a su
estilo y se valora la diversidad en el aula virtual.