Es necesario poder reconocer el cambio que significa un proceso de enseñanza-aprendizaje presencial de uno en modalidad online, y así mismo reconocernos como lideres de un nuevo proceso que ni nosotros mismos hemos llegado a comprender del todo. 

Para tomar el control y lograr que efectivamente nuestros estudiantes aprendan conforme a ciertos objetivos hay que cambiar la forma en que visualizamos y ejecutamos los procesos educativos, de tal forma que la labor docente impulse al accionar y pensar de los estudiantes. Por lo mismo, la clase debe reducir el contenido entregado por e profesora de manera oral, haciéndolo más preciso y complementándolo con imágenes, videos y estímulos visuales que permitan la atención del curso, así como colocar el énfasis en actividades que permitan al estudiante hacer tangible los aprendizajes o aprender por medio de los ejercicios entregados por el profesor, y que estos tengan tiempos definidos y una retroalimentación que motive el trabajo hecho.

De forma personal, no he tenido que realizar clases durante el año 2020, pero sí tomé un taller de magia para docentes que me entregó herramientas para poder activar este deseo por aprender y captar la atención de los estudiantes, así como a través de la magia incorporar formas de entregar los contenidos. De esta manera, junto a lo anteriormente descrito, me parece crucial ser creativos para incursionar en esta educación virtual.