Tal como lo plantea José Luis el trabajo tiene un lugar relevante en el desarrollo de la propuesta constitucional, por cuanto al aprobarse se superaría la visión atomizada y despolitizada de la función sindical, por ende la clase trabajadora tendría mayor poder de influencia en la toma de decisiones de las empresas. Sólo que para que ello ocurra se debería avanzar en niveles superiores de organización sindical y que se pueda generar mayor poder de contrapeso ante las organizaciones patronales. Esta nueva carta fundamental nos permitiría superar la visión neoliberal que afecta al mundo del trabajo, específicamente dejar en el olvido el nefasto plan laboral de 1979, que tanto daño le ha hecho a la clase, con una excesiva precarización de las condiciones laborales. Nos permite ubicar en su justa dimensión que quienes producen la riqueza del país no necesariamente son los dueños del capital, sino que es la clase trabajadora que ha sido victima de la brutal explotación amparada en una conjunto de leyes que responden a los intereses de unos pocos.
Así mismo la propuesta constitucional armoniza la conceptualización del mundo laboral con las discusiones y el debate internacional que se ha dado en el mundo entero en distintas organizaciones supranacionales, en el fondo lo que hace la propuesta es ponernos al día en materia laboral, armonizando la legislación con los parámetros existentes en otros contextos.
Finalmente creo que este es un elemento relevante de la propuesta constitucional y al cual no se le ha dado toda la visibilidad que requiere, puesto que los sectores conservadores han desviado la atención en aquellos aspectos que han generado mayor impacto mediático y del cual pueden abusar más en la misma dimensión, pero es relevante dar el debate en relación al mundo laboral, puesto que acá, desde las relaciones laborales, desde los modelos sociales de producción, desde donde se construye la superestructura jurídico-política que ordena el país.