En mis estudios de pedagogía en historia pude reflexionar, a modo de ejemplo, a cerca de la reproducción de estereotipos inequitativos en el mismo relato de la historia en el aula, toda la actividad mental de los niños, niñas y adolescentes esta situada y se apoya en un contexto cultural mas o menos facilitador  o dificultador de la misma. El contenido que se utiliza para la construcción de la historia que les permitirá comprender medianamente en que espacio y lugar se encuentran tiene sesgos que no permiten que se diversifiquen los roles sociales. En la actualidad soy psicóloga educacional y me hace mucho mas sentido el entendimiento de que no somos mentes aisladas, que el buen resultado  en la construcción del pensamiento, como también de la personalidad de los individuos depende mucho de las herramientas personales como de las herramientas culturales que el profesorado, en particular, y el sistema educativo, en general, ofrecen a los niños,  niñas y adolescentes para que elaboren su propia construcción personal. Por tal motivo la relevancia de incorporar la perspectiva de género en la educación como una respuesta epistemológica del quehacer educacional, para poder visibilizar los sesgos tradicionales y estereotipados en el ejercicio que no permiten diversificar el conocimiento y los intereses de NNA.