Nuestra historia como Nación, desde la antes de la llegada de los españoles , hasta la actualidad, ha sido una historia escrita desde diversas visiones historiográficas, muchas de ellas completa y absolutamente distantes, de una elite, influenciada su interpretación desde un lado de la política excluyente y elitista, por lo que, el grueso de la población, no ha sido incluida en esta historia, y muchos de los personajes históricos relacionados con esa parte excluyente, han sido marginados. Para que los monumentos conmemorativos recobren espacio y relevancia simbólica, es necesario, una reivindicación de esa parte de nuestra historia excluida, marginada, desechada, como lo dice este curso, desde la ciudadanía, con la educación como principal instrumento, debe haber una reconstrucción de nuestra historia, con todas las visiones historiográficas posibles, y por supuesto una resignificación y valoración reivindicativa de aquellos personajes que hoy, despiertan en gran parte de la ciudadanía, una admiración por lo que representan de acuerdo a los ideales que hoy nos mueven como sociedad, para así también recuperar los ideales, que bien orientados, pueden devolvernos las ganas de ser parte de la política chilena, tan desprestigiada y cuestionada.