Dentro de mi trayectoria escolar y profesional en el área de la
educación he podido presenciar que las creencias y actitudes
sexistas perjudican el potencial de aprendizaje del estudiantado
puesto que, se ha de justificar que el mal desempeño en la
asignatura de las matemáticas estaba relacionado con el
género femenino, forjando así en las estudiantes (y en mi) un tipo
de mentalidad fija respecto a nuestra capacidad frente a las
actividades de razonamiento matemático.
Afortunadamente, la presencia de las docentes permitían eliminar
aquel mito y eran el fiel reflejo que la variable de género
no tiene ningún tipo de incidencia en el proceso de
aprendizaje.
Si bien este tipo de creencias han disminuido con el tiempo debido
a los estudios, es importante generar espacios de reflexión en las
comunidades educativas respecto a este y otros temas relacionado
con el sexismo.