Desde mi paso como estudiante de Enseñanza Básica y Media, en los años 90-2000.Debo mencionar que para aquellos años era mal visto que las niñas jugaran fútbol o que opinaran/debatieran en exceso.De igual forma, para los niños jugar con sus compañeras al saltar la cuerda o a peinarse.Si bien, los propios compañero/as no hacían reparo en ello.El prejuicio y juicio lo hacían las personas adultas, en este caso los profesionales de educación y de la misma comunidad educativa( profesores, profesoras y asistentes en general).Si bien son historias de aquellos años, reconozco que tales, siguen vigentes en la actualidad.

Y así ,vamos repitiendo en las comunidades educativas los estereotipos marcados que lo único que hacen es violentar, discriminar y reprimir a aquello/as niñas y niños que se estan formando.

Por otra parte, hago mención a la deuda que tenemos con la infancia que pertenece a la diversidad sexual. Más aun, teniendo en vigencia desde el 2018 "La Ley de identidad de género", la circular 768 "Derechos de niñas y niños trans" y la ley antidiscriminación(Ley Zamudio). Que por cierto, son poco discutidos para encontrar medidas de apoyo que se plasmen en los documentos oficiales o reglamentos de los establecimientos educativos, ya sea por desconocimiento o poca formación en el tema o porque aún no se toma en serio su real importancia.