Hola compañerxs:
Tengo 40 años y me tocó vivir la educación desde 1985 hasta 1998
(1° básico a 4° medio), entre la dictadura y la transición,
primero en un colegio de "hombres" en Santiago y, posteriormente,
en dos mixtos en Purranque. Estudié en una escuela extremadamente
sexista con marcados roles de género y una cultura absolutamente
patriarcal. Son muchas las situaciones que experimenté a
diario.
1.- El uso del uniforme y la separación de los baños, por
mencionar cosas cotidianas. De hecho, un un colegio de monjas del
sur nos sentaban separados por sexos.
2.- Educación Física es un ramo sexista por excelencia: las mujeres debían hacer gimnasia o jugar vóleibol, mientras que los hombres podían demostrar su "fuerza y destreza" en el fútbol, el básquetbol o el atletismo. Los profesores solían repetir constantemente que había deportes para niños y para niñas.
3.- En mi tiempo, existían los "zapadores", estudiantes
encargados de ordenar al curso en las Operaciones Deyse (el Plan
Integral de Evacuación y Seguridad Escolar) en caso de
terremotos. Por lo general, nunca se escogían a mujeres. Recuerdo
que una vez una se postuló y estudiantes del curso la llamaron
"marimacho".
4.- En las convivencias, ningún hombre se encargada de poner la
mesa o arreglar la sala. Las mujeres servían. Varias veces se
reían de quienes llevaban un queque o algo que estuviera
relacionado a la cocina. El que lo hacía era "colita",
"mariposa".
5.- Los "hombres" no podíamos participar en caligrafía. El orden y la letra linda era sólo para las mujeres.
6.- En clases, nunca vi a una mujer como ejemplo en filosofía,
química o historia. Pareciera que todo el conocimiento hubiese
sido elaborado por hombres y que la historia era una elaboración
masculina. Su única participación era estar detrás de un gran
hombre. "Detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer", era la
frase típica.
Finalmente, una anécdota. En 1988, en la Escuela Salvador Sanfuentes (frente al Museo de la Memoria) una profesora de Artes Plásticas introdujo varias modificaciones: clases de tejido a croché y palillos, cocina, pegado de botones. Varios compañeros alegaron por el asunto y se negaron a seguir. Acusaron a la profesora y la echaron.
¡Saludos!