El principal argumento que los detractores a la nueva propuesta de Constitución suelen entregar es que, con la plurinacionalidad se producirá una división del país; en todo sentido, territorial, económica, cultural, soberana, etc..
A este y a otros argumentos se puede señalar que nuestro País tiene una riqueza cultural a partir de los pueblos originarios, existente mucho tiempo antes de que nos convirtiéramos en una República como la conocemos hoy; que cada pueblo posee su cultura, sus creencias, su espacio,, su territorio, sus formas de vida (cosmovisión) y que hay una deuda histórica hacia cada uno de estos grupos y qué mejor que reconocerlos como nación dentro de un único Estado en donde existe igualdad plena, sin dominadores ni sometidos.