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¿CÓMO RESOLVER LA CONTRADICCIÓN ENTRE EL INDÍGENA IMAGINARIO Y EL INDÍGENA REAL EN LA HISTORIA DE CHILE?

¿CÓMO RESOLVER LA CONTRADICCIÓN ENTRE EL INDÍGENA IMAGINARIO Y EL INDÍGENA REAL EN LA HISTORIA DE CHILE?

de Elizabeth Maribel Bravo Torres - Número de respuestas: 0

¿CÓMO RESOLVER LA CONTRADICCIÓN ENTRE EL INDÍGENA IMAGINARIO Y EL INDÍGENA REAL EN LA HISTORIA DE CHILE?

Partiendo de la idea que se nos ha impuesto desde muchas década en la escuela y en los textos de estudio “la historia la escribe los vencedores”, como una vez dijo Winston Churchill, la historia de nuestros pueblos originarios, descubrimiento y conquista fue relata por cronistas con poca objetividad sobre la cosmovisión de vida de los pueblos indigenistas de América y Chile.

De hecho, como se nos introduce en el módulo 1, esta visión sesgada sobre la historia y desarrollo de nuestros pueblos originarios ha sido desarrollando por algunos cronistas de la altura de Alonso de Ercilla, Bartolomé de las Casas, Jerómino de Bibar, Gil González, entre otros, algunos de ellos con una comprensión más empática sobre estas culturas tan distintas a las vistas por estos foráneos en tierras europeas.

La contribución que nos ha hecho Alonso de Ercilla sobre la construcción de los primeros próceres nacionales, se convierte en la base inicial de figuras tan relevantes y enaltecida por historiadores sobre O’Higgins, Rodríguez, Carrera, Portales, Pratt, Balmaceda, entre otros.

Llama la atención como Alonso de Ercilla destaca a gran escala a sus “enemigos”, haciendo relucir las mejores cualidades de estos héroes, aportando de alguna forma a la construcción simbólica de la historia Chile, destacando la fuerte resistencia, lucha y valentía por la cual se destaca el pueblo mapuche, y valorada posteriormente por los próceres independentista, la cual va desde la lectura de la Araucana hasta la instalación de una logia masónica inspirada en uno de los más destacados estrategas militares que ha tenido la historia militar como fue Lautaro.

Es imposible negar los aportes que nos han entregado los distintos pueblos originarios a nuestra historia, ya que han estado presente en toda la evolución historia de esta nación, desde emblemas nacionales hasta hoy en día como representantes constituyentes para redactor una nueva constitución política. Sin embargo, a medida que va pasado el tiempo, va creciendo una contradicción entre el mundo indigenista luchador, guerrero a uno violento, terrorista, flojo y alcohólico. Ahora más que responder a la pregunta introductoria al módulo ¿Cómo resolver la contradicción entre el indígena imaginario y el indígena real en la historia de Chile? mejor nos preguntamos ¿qué nos pasó?

Será que la codicia de los gobiernos de decenios en adelante fue más fuerte, en desmedro del respeto y empatía por nuestros propios pueblos originarios, de alguna forma se debía justificar la “Pacificación” para expropiar tierras y venderlas a “precio de huevos”. Siento que es un chiste cruel lo que se nos presenta en diferentes plazas de armas con respecto a la figura supuesta de Caupolicán, sin pensar en cuantas otras más camufladas hay a lo largo de Chile.

Bueno, para no dilatar más la respuesta de la pregunta ¿Cómo resolver la contradicción entre el indígena imaginario y el indígena real en la historia de Chile?

Lo primero es reconocer que el conflicto actual no es solo mapuche sino que un asunto nacional que solo puede ser solucionado por Estado consciente, heterogéneo, que respeta a su diversidad con una mirada inclusiva. En segundo, restituir las tierras usurpadas por la colonización, el latifundio y las empresas transnacionales. En tercer lugar, considerar que el pueblo mapuche nunca ha dejado de luchar por sus convicciones, que solo pueden ser entendidas desde su propia voz, es decir, rescatando los elementos constitutivos de su identidad y cultura.

El proceso constituyente es relevante para derribar ese ideario de indígena pos republicano, y para ello es relevante una constitución plurinacional y el “buen vivir” emergen como acuerdos para la construcción de una sociedad multicultural y más justa.