Respecto del trabajo en esta nueva propuesta de Constitución, este tiene un protagonismo esencial, ya que adopta el concepto de trabajo decente, prescribiendo toda forma de precarización laboral (trabajo forzado, humillante o denigrante). Reconoce el trabajo como función social, a partir de la cual el individuo como tal puede desarrollarse y tener une mejor forma de vida.
Sin lugar a dudas que de la manera en que se aborda el trabajo en esta propuesta de Constitución, fortalece sindicatos, negociación incluso en distintos niveles.