Dentro del capítulo II, de los Derechos Fundamentales, observo que queda relegado a un plano más secundario dentro de todos los derechos que se plantea. Pero lo interesante - a pesar de esa relegación -  es que en esta propuesta constitucional, sí explicita la cantidad de indicadores que hacen considerar a un trabajo su característica de ser "digno" o decente. Ya no es como en la constitución del 80 que en su artículo 19 entrega un par de líneas y todo el resto de la delimitación del trabajo queda entregada a las leyes que emanan de la nada misma de ese texto constitucional, donde lo que se puede entender por digno, está al arbitrio y criterio de los legisladores y gobiernos de turno; donde la que más se acerca a un trabajo digno es la ex presidenta Bachelet, pero amarrada a una constitución (vigente aun) que hace gallito de fuerza con los empresarios que muy pocas veces pierden en favor de los trabajadores, y lo que ceden no es de su bolsillo sino que desde el estado que como modelo subsidiario, sólo alcanza a mover bonos de diversa índole y que no solucionan el problema de fondo que es ser un trabajo decente para las personas. esta dinámica de trabajo en la medida de lo posible, que beneficia al empresario en desmedro del trabajador, y que se ha invisibilizado el concepto de explotación, haciendo más bien romántico esta situación de "querer seguir trabajando", "el trabajo dignifica por tanto hay que agradecer cualquier trabajo por muy precario que sea", que se considere la tasa de empleo incluso a la señora que vende sopaipillas en la calle y que por tanto está dentro de los que trabajan y por tanto no está en cesantia y pobreza... toda esta dinámica viciosa es la que hoy se hace cargo la NC, enfrentando los problemas que ya todos conocemos y para mencionar algunos: jubiilaciones indignas y abuso de las AFP, salario más que mínimo, subcontratación y derechos ambiguos según el código del trabajo que no se resuelven ni en la Dirección del Trabajo, mirar el trabajo como un item de crecimiento del país más que un trabajo que me permite progresar como persona, explotación laboral y pago remunerado no en su totalidad (los chilenos trabajamos mucho y nuestro sueldo no refleja ese esfuerzo)... entre otros. 

Esto es cosa de considerarla en la NC, y ya está, sólo que se debe reestructurar toda normativa que no se sujeta a un derecho al trabajo decente, asuntos que el código del trabajo no incluye hoy y que a futuro sí podria mejorar. Mientras esté explicitado aunque desde el articulo tardío, es un desafío hacerlo valer para mejorar nuestras condiciones de trabajo y bienestar.