Estamos convencidos que, el modelo actual es un modelo (como lo pinta el filósofo y economista Hayek) individual, y de eso, no podemos hacer vista gorda; estamos naturalizados y eyectados al modelo. Tarde o temprano, discurso tras discursos, avanzamos con la manada como quien va al baño del colegio con los compañeros del colegio hacia una vida que es el consumo integro de los placeres y bondades que nos da el modelo. Estamos consagrados al modelo, estamos de acuerdo en que el modelo nos hace feliz en esta etapa de la modernidad en donde vivimos en puro rendimiento, pura positividad como la calculadora que da siempre un paso adelante dando resultados en todo momento, más nunca, pensando si darlo o no. 

En ello, somos una sociedad del rendimiento, del consumo y del cansancio. Pero eso no es el punto porque hoy, las generaciones modernas que están consagradas al consumo, no lo discuten. Lo que discuten en sí, es que, son las sociedades modernas y rupturistas inclusivas del país como la izquierda chilena quienes quieren una mayor inclusión social de manera cooperativa en las oportunidades, libre de violencia que, consagra los derechos humanos y el trabajo digno para poder tener un buen vivir y de ahí, saltar de manera libre a disfrutar del modelo. Por lo tanto, la mayor diferencia entre la constitución actual y la nueva propuesta, es que, esta, protege de manera inclusiva, de derecho social y respetando la autonomía del cuerpo; un mayor disfrute que la actual constitución excluye. 

Es tanto así que, la nueva propuesta busca consagrar y poner de nuevo a la sociedad por arriba de todo mecanismo que cultive al país (salud, educación, economía), para poder mirar dentro del modelo (sin tocar al modelo [lo cual no critico, simplemente dejo en claro que es imposible matarlo]), un buen vivir. ¿Se puede tener un buen vivir dentro del modelo? La nueva propuesta intenta dejar en claro que sí; con el respeto, la flexibilidad salarial, paridad, trabajo estable, terminar con la precarización, busca la cooperación inclusiva en una sociedad neurodivergente y equidad de género. Así, la nueva propuesta de la constitución, quiere en parte abarcar salud, educación, vivienda, previsión social y trabajo. Y en este último quiero hacer el punto según la pregunta que se lanza en el foro. 

En ello, el beneficio es que, mira sin machismo ni sesgo un trabajo y busca que sea realizado por cualquier género excluyendo al mismo para poder ver el tipo de remuneración. Es decir, se mira y se paga según el trabajo cumplido. Es el pago decente para un trabajador sin mirar en el género ningún estereotipo más que el trabajo cumplido en sí y las competencias y habilidades del ser para que pueda cumplir este trabajo dentro de los plazos establecidos. Pero ¿por qué se daba aquello? ¿ Cuáles eran las características de la estructura del trabajo en Chile?

En Chile existe mucha flexibilidad laboral lo que es considerado como precariedad laboral, porque uno no se puede proyectar. En el papel, puede decir indefinido, pero según las condiciones, estas quedan solo en el papel. Pues, al analizar los datos de seguro de cesantía, uno puede verificar que casi la mitad de los trabajos tiene una duración menor a quince meses por la amplia flexibilidad que tienen los jefes para despedir en Chile, además, los sindicatos están atados de manos por la legislación vigente que les priva de luchar con el mundo empresarial. Además, con esta precariedad, uno naturaliza que debe trabajar hasta la muerte incluso habiendo logrado la edad de jubilación y todo, por tema de condiciones de comodidad para poder tener un buen vivir que nunca llega.

Esto último, el llegar a la jubilación y seguir trabajando es en sí, para sí, una precarización laboral y también una precarización para la vida. En un Chile, con altos niveles de inflación en el año actual 2022, en donde no existe el salario social con educación o salud universal, las familias tienen que resistir las alzas de arriendos porque tampoco tienen control o no hay ley sobre la regulación de esta, es que, entra un endeudamiento de millones de personas, una morosidad que llega a los cuatro millones y a un Estado que, no mira más allá que ser subsidiario ante un mundo empresarial que busca evadir impuestos y pagar lo mínimo.

Por eso es que, la nueva propuesta de la constitución, pide un ingreso considerable, de suficiencia para poder entregar a los ciudadanos un ingreso mínimo para el buen vivir. Y esto es sustantivo porque, el desarrollo capitalista que ha tenido al país, busca en sí, exportar, sin embargo, el sueldo de suficiencia es sin duda una inversión a largo plazo, pues, el mundo empresariado querrá a un trabajador mejor preparado para aumentar los sueldos y, por ende, será una conexión que tendrá sus frutos si hay una política global entre el Estado, los trabajadores y el mundo empresarial. Y aquello, será fundamental para poder tener un vivir estético.