El trabajo ocupa un lugar central. Le da un aspecto más familiar, entendiendo que varias personas dependen de remuneraciones de otros, ahí recoge en ese sentido la suficiencia que debe caracterizar a la remuneración, así como fortalece la negociación colectiva como condición necesaria para que los trabajadores puedan desarrollarse durante toda su vida útil.

El trabajo es uno de los pilares de la libertad, siempre que haya no solo la posibilidad de hacer un trabajos, sino las garantías que le permitan a la persona su sustentación y la de su grupo familiar. y cuya labor sirva para desarrollar la vida personal en relacion con los demás. la fuerza del trabajo realizada por las personas permite el desarrollo de la sociedad. pero este debe contar las garantías mínimas de socialización que tiene que ver con su participación en forma libre de la organización Sindical para logra mejorar las condiciones laborales como la remuneración equitativa, la seguridad y la participación en la producción de la empresa,, en entre otras garantías y posibilidades para lograr un trabajo de desarrollo sustentable.

El trabajo se sitúa como derecho fundamental. Este lugar ya se constituye como una condición para las transformaciones, tanto materiales y concretas, como simbólicas. Y quiero relevar al menos 2 ámbitos. Uno es el acto de reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados como actividad económica. Parte importante de los malestares de las mujeres se relaciona con la invisibilización de este cotidiano, que es banalizado y atribuido “naturalmente” a nosotras. Es una expresión más de las brechas de desigualdad. Con la propuesta de nueva constitución política se da un gran paso a esto. Nociones como corresponsabilidad en este trabajo, son un excelente complemento al reconocimiento.

La nueva propuesta constitucional en cuanto al trabajo, establece la lucha contra la precariedad del trabajo poniendo límites a la valorización del poder y dinero centrado en el estamento superior en desmedro de los trabajadores.
Establece el derecho a la libre contratación y elección laboral, pone el papel del estado como un garantizador del trabajo decente en sus condiciones, seguridad, remuneración equitativa, justa y suficiente , descanso, desconexión digital, establecimiento de horarios y como base fundamental respeto a los derechos y dignidad de las personas.
Lo fundamental es delimitar el concepto de trabajo al trato digno y equitativo entre las partes tomando como base los derechos humanos.