Desde la Araucanía uno de los elementos más cuestionados, y eficientemente explotados por los medios de comunicación afines a la derecha, es la idea de la plurinacionalidad y que está tendría dos posibles efectos concretos en la vida material de los habitantes de este territorio, el primero es que los Mapuche tendrían "más privilegios" y el segundo es el que se estaría avanzando hacia la balcanización del estado chileno.
Entre los argumentos para combatir estas visiones catastróficas
es posible avanzar desde el reconocimiento que en Chile desde
1818 se hizo desaparecer la existencia de las primeras naciones
(entendidas estas como naciones culturales) y se avanzó en la
construcción de la existencia de una sola comunidad política o
nación política, mientras se eliminaba al indígena cultural
se rescataba al indígena biológico, en tanto mano de obra. Por lo
tanto se invisibilizó la existencia de otras naciones y de sus
saberes, privilegiando la existencia de una sola nación, por ende
no es entregar más privilegios, sino que es avanzar en la
reparación de un daño cultural que se ha mantenido por cerca de
200 años, reconociendo su existencia y junto con ello su riqueza
cultural. Esto también se podría contra argumentar a partir de la
evidenciación de que este tipo de expresiones son propias de un
racismo solapado que es profundo y que debe ser abordado desde
las instituciones formadoras.
En relación a la segunda consecuencia, supuesta desintegración de
Chile a partir de surgimiento de ciertos nacionalismo
separatistas, tal como lo plantea S. Millaleo, si se parte del
principio de la "Autodeterminación de los Pueblos" (1905),
primero la soberanía la deposita en ellos y no en una nación
molítica, permitiría avanzar desde el reconocimiento de la
existencia de las naciones culturales (E. Kedouire) en un marco
de coexistencia dentro de una nación política o cívica, que
establece un marco de acción política a las distintas comunidades
vivas, pero dentro de una acción común de bienestar colectivo. Es
decir se reafirma el principio de la solidaridad, como base de la
construcción social.