Según el enfoque que hemos dado al curso, explique ¿porqué
decimos que más que destrucción y barbarie la iconoclastia es un
acto performativo?
En respuesta a Eduabierta U. de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades
Re: foro
de Martín Alejandro Suarez Meneses -
Porque el cambio de un monumento o estatua no responde únicamente
al caos por el caos, mas bien surge de una necesidad social
frente a un malestar identificado que se ve representado en un
objeto que podemos definir muchas veces como monumento. Por ende,
la destrucción o barbarie que hemos observado en este último
tiempo a través de los medios de comunicación que nos representan
a la población desmantelando o simplemente destruyendo iconos del
espacio público es una reducción del quehacer de la
transformación social y cultural, ya que la población no tiende a
destruir muchos monumentos, la mayoría de las veces solo pasan
frente a ellos y los ignoran o lanzan papeles como si fuera
cualquier objeto público. El cambio drástico que podríamos
asociar aquí es que la gente se fija en ellos y responde con
rechazo a su posición en el ámbito público.
Sin la identificación del monumento como un objeto de malestar no se podría generar su "destrucción" y por lo tanto, no se podría generar aquella performatividad de la cual se ha hablado en este módulo, es necesario que primero exista una identificación de la estatua para luego generar un cambio para disminuir el malestar social o para reivindicar a una población o cultura que a sido sometida por quienes han ostentado el poder y a través de aquellos símbolos se legitiman como los poseedores de la administración de la estructura social, política y económica que genera obstáculos para quienes desean un cambio u orden mas justo y equitativo.
Sin la identificación del monumento como un objeto de malestar no se podría generar su "destrucción" y por lo tanto, no se podría generar aquella performatividad de la cual se ha hablado en este módulo, es necesario que primero exista una identificación de la estatua para luego generar un cambio para disminuir el malestar social o para reivindicar a una población o cultura que a sido sometida por quienes han ostentado el poder y a través de aquellos símbolos se legitiman como los poseedores de la administración de la estructura social, política y económica que genera obstáculos para quienes desean un cambio u orden mas justo y equitativo.
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Re: foro
de Katherine Chávez -
Partiendo de la idea de que los símbolos son significantes
densos, a los cuales le son atribuidos una serie de significados
por parte de los individuos o grupos, donde se han fijado
determinadas valoraciones, miradas o ideologías, la mayor de las
veces por las élites económicas y simbólicas que tienen los
medios para imponer sus producciones sígnicas, que llaman
"culturales", en el espacio público a través de la
institucionalización o simplemente la fuerza, estos símbolos
cumplen una función de contenedores y repersentámenes del poder
de los dominadores ante las clases y grupos oprimidos.
Cuando la polis o el pueblo se manifiesta en el espacio público por demandas que emanan de la consciencia histórica, espacio público que le es propio por naturaleza cívico histórica, estos símbolos quedan expuestos al escrutinio, expuestos aquellos significados que estos entrañan, por lo que su destrucción se corresponde con la instalación de un mensaje que va más allá de la materialidad misma del signo y representa un acto principalmente comunicativo, es decir una acción de orden comunicativa que interpela a la realidad para cuestionarla deviniendo en programa de acción ya sea reivindicativo o reaccionario, dependiendo los componentes del contexto en que tiene lugar. Los símbolos e el espacio público no son inocuos, y la sociedad, cada vez más, ha consignado su presencia como un discurso de quienes los han erigido.
Cuando la polis o el pueblo se manifiesta en el espacio público por demandas que emanan de la consciencia histórica, espacio público que le es propio por naturaleza cívico histórica, estos símbolos quedan expuestos al escrutinio, expuestos aquellos significados que estos entrañan, por lo que su destrucción se corresponde con la instalación de un mensaje que va más allá de la materialidad misma del signo y representa un acto principalmente comunicativo, es decir una acción de orden comunicativa que interpela a la realidad para cuestionarla deviniendo en programa de acción ya sea reivindicativo o reaccionario, dependiendo los componentes del contexto en que tiene lugar. Los símbolos e el espacio público no son inocuos, y la sociedad, cada vez más, ha consignado su presencia como un discurso de quienes los han erigido.
En correspondencia a esto, y desde la perspectiva crítica, la
barbarie no la representan quienes destruyen las imágenes y los
símbolos, sino quienes las han impuesto a precio de sangre y/o
mediante manipulación.
En respuesta a Eduabierta U. de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades
Re: foro
de María Loreto Alvarez Villalón -
Lo performativo está dado por dos dimensiones que se articulan
temporalmente. Por un lado, tenemos la reacción-acción-gesto de
"derrumbar" simbólicamente los mecanismos de poder que han sido
impuestos por el poder hegemónico en los espacios públicos,
resignificando la función social de éstos; y por otra parte, el
uso intencionado de "manipular a las masas" mediante la
exhibición/simplificación/vandalización de lo que "informan" los
medios de comunicación, como herramienta de control social, en
pos de un sesgo ideológico. Esta performatividad, entonces, se
articula temporalménte tanto sincrónicamente (en el momento del
acto performativo), como asincrónicamente (cuantas veces sea
"necesario" para redirigir la lectura y el significado que
"sirva" al poder dominante).
En términos simples hablamos de iconoclasia cuando existe una
destrucción de algún elemento que represente algo, y hablamos de
performance cuando existe un acto de carácter artístico en donde
una o varias personas a través de diferentes acciones expresan
una idea, es entonces cuando conectamos estos conceptos en una
performance iconoclasta se refiere específicamente al acto de la
destrucción de un icono o símbolo, es por ello que debemos en un
inicio, centrar la respuesta en esos momentos acotados, en ese
sentido debemos mencionar que estos actos por lo general se dan
en un contexto de manifestación, protesta o alborotos en tumultos
entre otras situaciones, también en general lo realizan grupos de
personas y a medida que pasa el tiempo más se suman a modo de
apoyo del colectivo, evidentemente que estas son impresiones
personales y generalidades y por supuesto que existen
excepciones, ahora bien, dónde se encuentra lo interesante de
este acto; es la significación que puede tener, de los múltiples
ejemplos actuales como los que se dan en ciertas estatuas o
monumentos que representan hechos o personajes particulares de la
historia de un lugar y que se le destruye, es muy interesante
observar que en general estas acciones se dan en lugares o
monumentos específicos y muchas veces puede que exista un
monumento, estatua u otro/a en un lugar muy cercano y no sufre
daños, ejemplo de esto es la estatua cercana al monumento al
general Baquedano tan comentado en nuestros días, es por estos
casos que entendemos que la performance iconoclasta no es al azar
y tiene un una forma y un fondo, cualquiera que sea este, ahora
bien idealmente, el rol de las autoridades es entender estos
actos y tratar de interpretar el sentimiento que inspiró esto
para hacer que la ciudadanía sea representada por las distintas
expresiones públicas. Pero como sabemos que esto no ocurre con
frecuencia debemos hacer evidente el trasfondo de las
performances iconoclastas para sean visibilizadas desde distintos
puntos de vista y sean comprendidas no solo como un acto
violento.
En respuesta a Eduabierta U. de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades
Re: foro
de Rocío González -
Porque no es una forma de destrucción vacía, sino que constituye
en si misma un mensaje. Podría pensarse que si los símbolos son
una forma no verbal de imponer una visión del mundo por parte de
quienes ejercen el poder, la destrucción de estos constituye de
forma lógica una contra reacción a ese mensaje, y una forma de
expresión con contenido político en si misma.