Las principales temáticas abordadas por los jóvenes implica diversas áreas: enseñanza, aprendizaje, políticas, sexualidad y familia. Se concibe que la enseñanza está relacionada a lo que la abstinencia sexual como método efectivo ante el acto sexual. Esto se ve referido, por ejemplo, a la sexualidad mirada desde una cultura conservadora que no comprende políticas públicas necesarias para generar aprendizaje responsable. Además, la sexualidad se habla desde la ciencia (biológico) y de la religión, considerando - respectivamente - la mera reproducción entre un hombre y una mujer y el tabú generado por las distintas creencias. Esto produce algunas consecuencias como el libertinaje, machismo y protagonismo en otras áreas académicas como lenguaje y matemáticas como centro, dejando pendiente los temas de sexualidad en términos sociales y humanos.
Es importante que la familia, como centro fundamental de la educación sexual, abra discusión con sus hijos/as para poder tomar decisiones sanas y que puedan proteger la integridad del ser humano. Es decir, se debe hablar del aborto, del placer tanto femenino y masculino y debe entenderse la sexualidad como un concepto multifactorial que contemple sexo biológico, expresión, identidad y orientación.