Un poco tarde pero aquí va mi reflexión.
Un rol protagónico y de responsabilidad propia del Estado debería
ser la base para asegurar educación a las personas a lo largo de
toda su vida, y a partir de esto debería existir cierto
equilibrio en la autonomía de cada una de las escuelas con las
directrices desde el Estado. Siento que muchas escuelas saben
cómo poder solucionar grandes problemas de su comunidad, pero el
"deber ser" que les exige el ministerio las limita de acción. Y
en base a eso, siento y estoy muy de acuerdo en que el gran
culpable del deterioro de la escuela pública son las evaluaciones
estandarizadas.
Muchas escuelas municipales de excelencia giran en torno a la
estrategia de adoctrinar estudiantes para que sepan rendir
evaluaciones, perdiendo todo el sentido al proceso de
enseñanza-aprendizaje. Este año evidencié cómo se les
advertía/informaba al equipo de educación física sobre que este
año se haría SIMCE en x cursos por lo que tenían que considerarlo
en sus planificaciones. ¿Considerar qué? si estamos en medio de
una pandemia, con estudiantes que están teniendo problemas
alimenticios graves y el aumento de peso ha sido considerable por
el gran sedentarismo tras la pandemia y las cuarentenas. Gran
importancia debería tener la salud física y mental antes de
apoderarse de esas horas de esparcimiento de los estudiantes.
Pero claro... como la escuela debe responder a su nivel de
excelencia, no le queda más plan de acción que conservar sus
buenos resultados a costa de preocuparse de los problemas de su
propia comunidad. Es por ello que hablaba en un principio de que
la escuela tenga cierta autonomía. Asimismo, he visto como
grandes docentes están limitados en la práctica a enseñar de un
modo contextualizado para sus estudiantes, ya que deben cumplir
con lo que otros programas les exigen. Por ejemplo escuelas
bicentenario que entregan una aparente "receta" pero muy
descontextualizado a lo que se está viviendo día a día. Por
último, escuelas con gran vulnerabilidad que puedan privilegiar
estrategias que permitan un cambio dentro de sus comunidades, que
tengan un rol social, ¿qué importan ciertos contenidos cuando lo
que necesitan los estudiantes son habilidades sociales que
permita dejar de reproducir la sociedad en la que muchos se ven
envueltos?
Hay que replantearse la educación desde la base, ¿qué es lo que
realmente necesitamos para formar estudiantes que contribuyan a
una mejor sociedad? Creo que necesitamos que la escuela vuelva a
tener una finalidad clara para todos y todas, que les sirva a
todos y no a unos pocos, una escuela que tenga sentido. Y creo
que para eso es fundamental, lo que también se planteó la sesión
anterior, un diálogo entre los actores que conviven con la
escuela ¿Cuáles son las verdaderas necesidades? ¿Cómo se llegan a
ellas?